Richard Misiano-Genovese, Lady in waiting, 2015 |
Otra de las “declaraciones” más interesantes sobre el collage que aparecen
en el catálogo À luz dos castelos
envidraçados es esta de Richard Misiano-Genovese, a cuya insaciable
actividad investigadora del lenguaje surrealista nos hemos referido aquí
reiteradamente. En Coimbra expuso Dama de
honor y Mujer mecánica en estado de
gracia, piezas ambas realizadas el pasado año.
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Richard Misiano-Genovese es además noticia, ya que acaba de lanzar en las
ediciones de La Belle Inutile una nueva publicación, Liquid dreams, donde da una muestra de sus “sueños líquidos”
–veinte en total–, de los que ya vimos uno aquí.
Como siempre, Misiano-Genovese acompaña las imágenes de la reflexión
teórica, funcionando como introducción a ellas el ensayo “La imagen como
anagrama”, que se divide en las partes “Tijeras y pegamento”, “Persuasores
ocultos” y “Testificando contra el visionario”.
A lo largo de estas páginas centradas en la práctica del collage, diserta
el artista sobre los sueños diurnos, el ensueño, el automatismo y el sueño, su
preferencia por el collage no digital, la importancia del azar en la busca de
una nueva imagen y, en fin, el carácter específico de estos “sueños líquidos” realizados
a partir de grabados en metal, con formas biomórficas simples recortadas en la
revista Images, reminiscencia de las
visiones biomórficas de un Jean Miró o un Hans Arp, pero siguiendo luego un
proceso regido por el azar.
Misiano-Genovese insufla así esas visiones decimonónicas (y ya de por sí pocas
cosas me han cautivado tanto como las de Doré que ilustraban La balada del viejo marinero) con las llamas de la deriva erótica
contemporánea.
Richard Misiano-Genovese, Liquid dream, 2, 2016 |