Con su número 12, acaba la trayectoria de
una excelente revista francesa, L’Œuf Sauvage, que animaba Claude Roffat. Este número contiene un trabajo de Joël
Gayraud sobre Denis Pouppeville y de Marine Degui sobre Jean Benoît, y por su
título no cabe duda que debe consultarse el de Nicole Esterolle: “Sobre la
dictadura de la bufonería en el arte contemporáneo”. Es este avance infrenable
de la estupidez en el mundo artístico (recuérdense los montajes parisinos de la
pasada fiesta navideña) lo que ha acabado por desalentar a Claude Roffat, quien
reconoce la decadencia del arte en los últimos veinte años, o sea los que
coinciden con la trayectoria de L’Œuf Sauvage, en un mundo “cada día un poco más deprimente, más desesperante”.
L’Œuf Sauvage, “otra mirada sobre la creación”, surgió, “lejos
de las modas y de la cultura dominante”, o sea en las antípodas de un arte
“pervertido por los poderes del dinero, de la política y de los media”, bajo el
signo de la frase definitiva que abre como una llamarada Le surréalisme et la
peinture:
“l’œil existe à l’état sauvage”.
Resta una bella travesía, a la que remitimos
a los lectores: