Paul Duchein, La caza de la iguana |
Un verdadero festín de imágenes poéticas puede disfrutarse en la página
de Paul Duchein:
Nacido en 1930 y miembro de
Phases, este artista autodidacta, “capturador de sueños”, ha sido un entusiasta
del surrealismo y de la figura de André Breton. Organiza sus muy bellas
creaciones (más de dos mil cajas y centenas de collages y montajes) en series
temáticas: “Ídolos críticos”, “Encuentros oportunos”, “Habitaciones
memorables”, “Custodias y relicarios”, “Huertos venecianos”, “Pequeños cielos
portátiles”, “Suites mejicanas”, “Examen del sistema anticartesiano”, “El jardín
del Edén”, “Secretos de alcoba”... En 1998 expuso sus “Ídolos, relicarios y
objetos de memoria”, que había comenzado a ejecutar en 1966, y lo hizo, muy
significativamente, en Saint-Cirq Lapopie, llevando el catálogo textos de Noël
Arnaud y Édouard Jaguer, quien en 2002 le dedicaría un gran ensayo: “Pequeña
música de noche para algunas habitaciones de Paul Duchein”. En 2001 celebró sus
“50 años de imaginario”, y dos años después el catálogo de otra exposición,
“Los teatros imaginarios”, incluía una entrevista. En la citada página, pueden
admirarse muchísimas de sus obras, entre ellas cajas de Nostradamus, Víctor
Hugo o Toyen, habitaciones de Satie, Ulises, Dédalo o Fellini, el espejo de
Breton y un largo etcétera de títulos poéticos.
Fino crítico de arte, es autor de
un libro fascinante: La France des arts populaires. Objets de mémoire et de
passion (2005), cuya exposición incluía tres objetos que pertenecieron a
Breton, el que analiza Philippe Audoin en el n. 1 de L’Archibras
(absolutamente delirante) y las estatuillas populares del Sena que ocuparon a
Élie-Charles Flamand en el n. 2 de Le Surréalisme, même.
Paul Duchein, Elogio de la utopía |