En 1932, Toyen (con quien volveremos a encontrarnos) ilustra para las Ediciones 69 Justine:
En el mes de julio, Styrsky, interesado por Sade desde los años 20, visita Lacoste y narra sus impresiones en un gran ensayo, La tierra del Marqués de Sade, aparecido al año siguiente con una serie de fotografías:
Styrsky no concluyó un libro sobre Sade que iba a titular El ocupante de la Bastilla. Solo completó los primeros cinco capítulos, cubriendo los años 1740-1767; el primero, "Leyendas y antepasados", lo publica en 1931, pero habrá que esperar a 1969 para que Frantisej Smejkal dé a conocer los siguientes. Ya en 1937 pintará Gift que él consideraba un retrato de Sade, tal y como Breton había considerado la imagen daliniana que veíamos en la anterior entrega:
Retomamos Le Surréalisme au service de la Révolution, porque en la sección final del número 5, aparecido el 15 de mayo de 1933, nos encontramos con el célebre Monumento a D.A.F. de Sade de Man Ray, hecho para una edición de Los 120 días de Sodoma (añado dos fotos del colgante que hizo a principios de los 70, la segunda con Juliette ostentándolo):
En este mismo número, Maurice Heine publica la cuarta parte de su "Actualidad de Sade", con su largo ensayo "De Justine a La nueva Justine a través de las hojillas inéditas", y en el siguiente, aparecido simultáneamente, Maurice Henry propone suprimir la Plaza de la República y colocar en su centro una estatua de Sade prohibiéndose la entrada a la nueva plaza.
1933 es un año espectacular, ya que, a la vez que prosigue con toda pujanza la revista del grupo, surge Minotaure, en cuyo número inaugural Maurice Heine publica "Dramaturgia de Sade". Ese mismo año, Heine da a la luz en la NRF "El Marqués de Sade y la novela gótica", del mismo modo que ya en 1936, en el número 8 de Minotaure, aparecerán las "Miradas sobre el infierno antropoclásico", con un diálogo entre las sombras de Sade y de Jack el Destripador.
Pero más aún: el infatigable divulgador y explorador del Marqués le dedica en Documents 34 un homenaje poético:
Cerramos este capítulo con Camille Bryen y El fantasma cotidiano de Sade, de 1934, fotografiado por Raoul Michelet en L'aventure des objets, 1937. El propio Camille Bryen ha hablado de este objeto "semiautomático" :