domingo, 2 de marzo de 2025

Kafka y el surrealismo (1)

Al igual que al tratar de Apollinaire, me limito a señalar, sin ánimo alguno de exhaustividad, algunos hitos y señales en la presencia surrealista de otro de los grandes nombres del siglo XX, para mí su mayor escritor con Raymond Roussel, exceptuado, por supuesto, André Breton, quien, una vez más, abre el fuego con su soberbia página a él dedicada en la Antología del humor negro y ya dada a conocer en "Têtes d'orage", los seis retratos aparecidos en el número 10 de Minotaure, 1937:


En la página siguiente, un dibujo de Max Ernst ilustra un muy celebrado relato de Kafka, "Las preocupaciones de un padre" (no incluido en la Antología, donde Breton sumó a pasajes de La metamorfosis los relatos "Un divertimento" y "El puente"). Sobre el misterioso Odradek volveremos:


La obra de Kafka, aunque había fallecido en 1924, tardó en ser divulgada. Dos años antes del artículo bretoniano, Toyen diseñaba la portada de El castillo, que solo se había dado a conocer póstumamente:


Simultáneamente al ensayo de Breton, Styrsky pinta su Metamorfosis, y señalemos que el surrealista checo había valorado la Metamorfosis de Kafka como "la obra más cruel, más grotesca y más inhumana de toda la literatura moderna":


Max Ernst, 1938 (este breve relato es conocido en español como "Una cruza"):


En Bélgica, Marcel Lecomte escribe ese mismo año, con su agudeza habitual, sobre Kafka y el sueño, pero aprovechemos para reproducir también la reseña que mucho después haría de las obras completas:





En este mismo año iba a aparecer en el número 3 de la revista Plan de Otto Basil, que no llegó a publicarse, un ensayo de Heinz Politzer sobre Kafka y el surrealismo. Politzer, editor y estudioso de Kafka, coeditó sus obras completas junto con Max Brod.