jueves, 12 de octubre de 2023

"L'Or aux 13 Îles", 4

Se ha publicado hace unos meses, nueve años después del anterior, el cuarto número de L'Or aux 13 Îles. El tema central es el de los sueños, y tanto el contenido como la presentación están a la altura de los tres números anteriores, lo que quiere decir volvemos a los terrenos de lo excepcional.

Como preámbulo, dos maravillas: un relato de Marianne Van Hirtum titulado La historia divertida de la semana de los cuatro jueves y las investigaciones criptozoológicas de Katrin Backes y Sylvain Tanquerel, con escanografías realizadas en el Museo Natural del Mans. De la primera se anuncian en las ediciones de la revista unos Cuentos sublimes, y sobre los críptidos otro libro, Miroir des cryptides.

Entrando de lleno en la materia onírica, Jean-Christophe Belotti, redactor jefe de la revista, hace una extensa presentación ("Los sueños y sus medios de dirigirlos"), que dedica a Alan Glass y a Jean Terrossian, cuya presencia en los números anteriores fue esplendorosa. Belotti hace un inventario del sostenido interés del surrealismo por el sueño, y se detiene en obras como Le 31 juin de Vincent Bounoure, Rêve manifeste de François Leperlier, La Dormeveille de Giuseppe Bonaviri (1988) o L'Interprétation sociologique des rêves de Bernard Lahire (2018). Exceptuados los preceptivos tics involuntariamente cómicos del "optimismo revolucionario", estas son páginas de inteligencia y lucidez que ponen al día esta materia. 

El propio Belotti presenta a Catherine Geofray, "La gran barra de coral de los sueños", con un muy buen texto de ella disertando sobre los relatos, dibujos, porcelanas y pinturas que hace a partir de sus sueños, pero también de sus ensueños. Fascinante es la palabra.

A los "sueños híbridos" de L'Amor y La Siesta ya dedicamos una reseña cuando Sonámbula publicó el resultado de sus varios años de sueños compartidos. Pierre Petiot diserta sobre las reflexiones de Alexandre Ghrotendieck en torno a las matemáticas y el sueño, pero las ilustraciones de J. Karl Bogartte nos resultan más atractivas, y no digamos la respuesta de Jacques Abeille a la encuesta "¿Tiene usted un doble?", publicada en el número 2 de la revista Poisson-coffre.

También conocíamos, por su publicación independiente, el Abrégé d'histoire universelle vu en rêve de Guy Girard y también fue reseñado aquí. Pero aparecen en esta selección nuevos nombres: el vikingo Ragnar Lodbrock, Marilyn Monroe, Camille Desmoulins, Freud y Desnos. Y sobre todo hay una muestra de las "anagrafomorfosis", o sea el "método resultante de una técnica de interpretación imaginaria y gráfica de las firmas de personajes célebres", siendo el elegido Robespierre.

Murielle Joudet escribe sobre los dibujos de David Porchy, y Bertrand Schmitt nos presenta a dos personajes insólitos: Richard Adam Rowsley, el enemigo del sol, y un relojero de Grenoble émulo de Hervey de Saint-Denys. 

Sigue una comunicación fabulosa: un sueño de Stanislas Rodanski (16 de agosto de 1951) comentado y analizado extensamente por él mismo, y presentado por François-Henri Simon. En la génesis del sueño está presente una pintura de Toyen que Rodanski había visto en la apertura de la galería La Dragonne y que él dice titularse El mensajero del bosque, aunque la conocemos como Mensajes del bosque:

Toyen, Messages de la forêt, 1934

Si estas páginas de Rodanski ya valen por toda la revista, aún se añaden un sueño de Jean Suquet, una bella carta desde Lima por Angelà Caro, una nota íntima de François-René Simon y un pequeño homenaje a Yves Helbert, anunciándose una recopilación de sus "reflexiones dibujadas".

Las futuras ediciones de la revista nos mantienen en el mundo de los sueños: la colección de cuentos de Marianne Van Hirtum, dos libros de Roger Renaud, el citado Miroir des cryptides, el carné de sueños y fotografías de Nicole Espagnol, una monografía de Jean Terrossian, inéditos de Jean-Pierre Le Goff y sendos títulos de Josette Exandier y Jean-Pierre Guillon. ¡Casi nada!

Según la solapa de la revista, L'Or aux 13 Îles se obtiene escribiéndole una carta al editor, pero como la mía se la pasó por sus mismísimas partes, aconsejo buscarla en las pequeñas librerías francesas especializadas.