Sin que se le pueda considerar un surrealista, sí que Juan Eduardo Cirlot sostuvo unas relaciones esenciales con el surrealismo y hasta se carteó con Breton y visitó las reuniones parisinas. En la España del franquismo fue sin duda alguna quien mejor comprendió y defendió el surrealismo, y para quien esto escribe ha sido simplemente el poeta e intelectual español más profundo, original y brillante que ha dado ese país desde 1936 hasta el presente.
Como saludo al bello boletín onírico Dreamdew, publico hoy sus 80 sueños (1951), seguidos de unos pocos más posteriores y del capitulillo dedicado a la imagen onírica en su ensayo La imagen surrealista publicado solo póstumamente, en 1996).
Viñeta de Modesto Cuixart. Dau al Set, junio de 1949 |