sábado, 11 de junio de 2022

El trío "Documents", visto por Georges Sebbag

En 1991 reeditaba Jean Michel Place la revista Documents, de la cual en el mundo hispánico había relativo conocimiento gracias a la traducida recopilación de los ensayos de Bataille en Monte Ávila, datada en 1968.

Ahora aparece un excelente estudio a cargo de Georges Sebbag: Bataille, Leiris, Einstein, Le moment Documents, que traza su trayectoria entre abril de 1929 y abril de 1931. Son catorce capítulos en que se intercalan páginas de la revista y en que Sebbag muestra cómo sus artífices fueron Georges Bataille, Michel Leiris y Carl Einstein, contextualizándola en el rico panorama de las revistas de aquel momento, entre ellas La Révolution Surréaliste, que había contado con la colaboración de los dos primeros nombres antes de las consabidas disensiones. Menos conocido es el tercero, "cubista africano" y "revolucionario de la palabra", experto en arte y etnografía (África y Oceanía) y autor de la novela Bébouquin, tan influyente en los medios expresionistas.

Aunque Documents se haya conectado con Cahiers d'Art, Sebbag acierta al aproximarla de Variétés sobre todo y de Bifur y la propia Révolution Surrealiste. La revista belga funcionó entre 1928 y 1930 y su posición es muy curiosa, ya que a la vez estuvo abierta a los surrealistas belgas y franceses, con el famoso monográfico "Le surréalisme en 1929". Sebbag la ve pues como un "médio término" entre Documents y la gran revista parisina del surrealismo. Por otra parte, en Documents participaron nombres que se habían distanciado del surrealismo o habían roto con él, aparte Bataille y Leiris: Desnos, Vitrac, Baron, Limbour, Prévert, Queneau...

Una de las partes más jugosas de este estudio es la que dedica Sebbag a la presencia muy intensa de las fotografías en la revista, como lo era en La Révolution Surréaliste. La interacción entre textos y fotos es uno de los rasgos más novedosos de la época. Aunque Boiffard fue el fotógrafo por excelencia de Documents (y recuérdese que ya había acompañado páginas de El amor loco), también contó con Eli Lotar, quien también marca su presencia en Variétés y sobre quien volveremos próximamente.

Documents se desmarcaba del academicismo a la vez que manifestaba su ambición enciclopédica. Aspiró a ser la enciclopedia del siglo XX, pero no lo fue (y mucho menos podemos considerarla "la más grande revista del movimiento moderno", como afirmaba jactanciosamente). En tanto proyecto enciclopédico, me parece muy superior el de la Enciclopedia Da Costa, veinte años posterior.

Lo que vino después es sabido: en 1935 Bataille se aproxima de los surrealistas, a causa de los avatares políticos, se une a ellos en Contre-Attaque y luego sigue con Acéphale. Sebbag llama la atención sobre el hecho de que en junio de 1936 Minotaure reúna los nombres de Bataille y Breton.

Este nuevo trabajo de Georges Sebbag se lee de un tirón, tan ágilmente estructurado está, en pequeños capítulos a la vez divididos en apartados. Se recorre Documents iluminándola en profundidad e invitando a su lectura, por lo que el año 2022 se convierte, en efecto, en otro año fundamental de esta revista clave.

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