Georges Goldfayn, 1977 |
El pasado mes
de abril murió a los 86 años Georges Goldfayn, figura importante del grupo
surrealista parisino en los años 50 y 60, en torno a André Breton.
Reproduzco hoy
la entrada de Caleidoscopio surrealista,
que, como es de esperar, se centra en su actividad surrealista, y envío a la wikipedia, donde hay trazada una semblanza más amplia, en la que aparece por
ejemplo su labor traductora y su participación como actor en varias películas.
De estas
películas remito a Toute revolution est
un coup de dés (título de una frase de Jules Michelet), de Danièle Huillet y
Jean-Marie Straub, quienes, del mismo modo que aquí dialogan con el poema
mallarmeano, adaptarían posteriormente América
de Kafka; este cortometraje fue rodado en 1977 en el cementerio de Père
Lachaise, junto al monumento en homenaje a las víctimas de la Comuna.
A Georges
Goldfayn puede vérsele también intervenir felizmente en las más recientes y
bellas películas de la colección Phares dedicadas a sus amigos Toyen y Péret.
Péret le dedicó en mayo de 1951 la primera edición de Je sublime, con estas palabras: “A Georges Goldfayn, Amigo del
pueblo y apoyo de su madre, protector de su portera y domador de su pingüino
disecado”. Por su parte, Breton, escribió estas palabras al regalarle Le revolver à cheveux blancs: “Qu'entre
les mains de Georges Goldfayn –je lève mon verre à la vie telle qu'il la prend–
le revolver à cheveux blancs braqué
sur ce qu'il aime ne sache y réveiller que la fleur du magnolia et du jasmin”.
Y estas, más escuetas pero definitivas, en La
clé des champs, año de 1953: “A mi amigo Georges Goldfayn, príncipe de las
explosiones”.
*
Como homenaje
a Goldfayn, surrealista que siempre he estimado mucho, ofrezco una selección de
algunos de sus textos:
-En el número
especial de L’Âge du Cinéma sobre el
surrealismo, 1951, el artículo “Le cinéma comme entreprise de transmutation de
la vie” (agradezco a Georges Sebbag el envío de este texto).
-Uno de los
“billets” surrealistas publicados en Le
Libertaire, 5 de junio de 1952, que para comodidad de lectura tomo también
del libro de José Pierre (a quien pertenece la nota final) Surréalisme et anarchie, 1983.
-El ensayo
sobre las canciones populares, en Le
Surréalisme, même, n. 1, 1956.
-La respuesta
a la encuesta sobre el cuadro de Gabriel Cornelius von Max, en Le Surréalisme, même, n. 1, 1956.
-Sus dos
“plaquettes” poéticas en Maintenant: Rien
ne va plus (1972) y Mise en jeu (1974).
-El poema
“Exposition” en el n. 5, 2ª serie, de Phases,
1975.
-Uno de los
poemas de Des étrangers, acompañado
de uno de los aguafuertes de Philip Collage que lo ilustran, en el n. 3 de Ellebore, 1980. Este libro se publicó en
1978 y me habría gustado reproducirlo aquí entero, si no fuera porque no lo
tengo y solo se consigue a 480 euros.
-A modo de
guinda, el estupendo párrafo que le dedica el inolvidable Éric Losfeld en sus
memorias, 1979.
*
Georges Goldfayn. En 1951, Georges
Goldfayn conecta con los surrealistas, perteneciendo al grupo hasta su ruptura.
Fundó con Robert Benayoun y Ado Kyrou L’Âge du Cinéma y realizó con
Jindrich Heisler collages cinematográficos, apasionándose también por el jazz.
En 1953, fue uno de los participantes en el juego “Ouvrez-vous?”, publicado en
el primer número de la revista Médium, donde aparece también el Goldfayn
polemista, que toma por blanco la figura de Tapié, como en el segundo redactará
con Schuster un virulento texto contra el veredicto que condenaba a la asesina
Pauline Dubuisson y en el tercero no perdonará unas declaraciones aberrantes de
Buñuel. En la misma revista, Goldfayn interviene en el juego de “Lo uno en lo
otro”. Ya en Le Surréalisme, même, n. 1, reflexiona sobre el poder
subversivo de las canciones populares y, en una breve nota, pone en su sitio el
eclecticismo de Hans Richter en Dreams that money can buy; en el n. 3,
responde a la encuesta sobre dos cuadros. En 1960 publicó con Legrand la
primera edición comentada de las Poesías de Ducasse. Sin colaborar en L’Archibras,
se lo ve después en Coupure, en el grupo de Maintenant (donde publica
dos breves textos: Mise en jeu y Rien ne va plus, y participa en
el juego de los “Objetos de identidad”), en Ellebore, en Phases. En el n. 6-7 de Le
Melog, a la pregunta de qué lo ataba a la vida, respondía simplemente: “La
mujer que amo”. En 1978, Philippe Collage ilustraba con aguafuertes a color los
poemas de su libro Des étrangers,
publicado en las ediciones Hypertrichosiques, y al año siguiente participaba en
una película alemana sobre Konrad Klapheck junto a Annie Le Brun, Radovan Ivsic
y Fabio de Sanctis.
Goldfayn es
bellamente evocado por Éric Losfeld en sus memorias (Endetté comme une mule
ou la passion d’éditer, p. 57): “Le he guardado siempre una gran ternura,
pues representa para mí la vida misma, con su inteligencia a la vez seria y llena
de humor, su conversación infatigable y a la vez brillante, su sensibilidad
discreta”, aludiendo luego a su carácter irreverente y de “bon vivant”.