viernes, 14 de abril de 2017

“Vigor mortis”

La duermevela
El Ojo del Buey publica con este título un pequeño cuaderno compuesto por ocho fotografías de Bruno Jacobs y Javier Gálvez tiradas en cementerios, y precedidas de la traducción en francés y en español de un texto de Kenneth Cox, en que este las presenta.
Es un buen momento para recordar no solo la Antología de Spoon River sino sobre todo la que debe ser obra maestra del género: Los muertos, las muertas y otras fantasmagorías, del gran Ramón Gómez de la Serna, libro que me debo haber leído unas seis o siete veces. Es una lástima que Ramón no visitara los cementerios acompañado de una cámara fotográfica, como hacía Styrsky. (Y por asociación de rarezas, apunto aquí otra pieza de un clásico de la literatura española, Pío Baroja: El hotel del cisne, escrito en París ya en la vejez, donde se puso a reproducir sueños tal cuales, sorprendiendo a propios y ajenos; ¿cuántos conocerán este libro?)
Como en otras ocasiones (molinos, salinas, onomástica callejera), una publicación del eje Madrid-Cádiz me inspira digresiones, sino que esta vez una cierta pereza me deja en el magín traer aquí a colación viejas visitas fotografiadas a cementerios de Madrid, Lisboa (¡Cementerio de los Placeres!), la Mina de S. Domingos o Montemor-o-Novo. Como imagen apropiada al día de hoy, remito sin embargo a la que editó Mário Cesariny en el n. 8 de sus Noa noa: