miércoles, 10 de diciembre de 2014

¡Abajo la ciencia!

“El arte es el árbol de la vida; la ciencia es el arte de la muerte”. William Blake
“La ciencia descansa sobre el mismo presupuesto que el ideal ascético: un empobrecimiento de la vida –los afectos enfriados, el tempo retardado, la dialéctica ocupando el lugar del instinto, la seriedad grabada en los rostros y en los gestos. Examínense las épocas de un pueblo en las que el hombre docto aparece en el primer plano: son épocas de cansancio, de crepúsculo, de decadencia –la fuerza desbordante, la certeza vital han desaparecido”. Friedrich Nietzsche
“La ciencia moderna entera no tiene el menor valor de conocimiento”. René Guénon
“La ciencia nada explica”. Macedonio Fernández
“La ciencia, como la religión, nos lanza a todo tren hacia el abismo”. Malcolm de Chazal
“El biólogo pasa, la rana permanece”. Jean Rostand
“La ciencia teme el vuelo de la poesía y de la imaginación; tiene miedo hasta del amor”. Robert Benayoun
“Una ciencia envilecida desde el día en que abandonó el empirismo y la busca de la piedra filosofal por la fabricación en serie de sueños humanitarios y la transmutación del radio en bálsamo para cancerosos”. Robert Desnos
“Toda ciencia crea una nueva ignorancia”. Henri Michaux
“Los verdugos de nuestro tiempo están en los laboratorios”. Robert-Lucien Geeraert
“La ciencia, a causa de su método y de sus conceptos, ha promovido un universo en el cual la dominación de la naturaleza ha quedado unida a la dominación del hombre”. Herbert Marcuse
“La ciencia no me interesa. Me parece presuntuosa, analítica y superficial. Ignora el sueño, el azar, la risa, el sentimiento y la contradicción, cosas todas que me son preciosas”. Luis Buñuel
“La ciencia no es más que una mitología. Sus leyes y su materia son puros mitos, y no tienen ni más ni menos realidad que las convenciones de un juego cualquiera”. Marcel Duchamp
“La ciencia es como una tumba, donde yacen las cosas o seres enclaustrados en plúmbeos nombres, que derivan del griego y del latín... Mirad las pobres flores, en los jardines, pegadas a la horrible etiqueta. Todas sufren del nombre que les fue impuesto, y sus pétalos claman por el otoño”. Teixeira de Pascoaes
“Monopolistas de la ciencia, y al margen, como tales, de la vida social, los sabios forman ciertamente una casta aparte que ofrece mucha analogía con la casta de los sacerdotes. La abstracción científica es su dios, las individualidades vivientes y reales son las víctimas, y ellos son los inmoladores consagrados y patentados”. Bakunin