jueves, 2 de noviembre de 2023

El surrealismo, a un lustro de su undécimo centenario


Tengo astericado al final del último número de La Révolution Surréaliste este fantástico cartel, verdadero broche áureo de la revista. Siempre agudo y avizor, es Georges Sebbag quien nos lo ha recordado, ahora que se avecina la metralla de celebraciones del "centenario". Lástima que haya que esperar a su conferencia del 25 de mayo del próximo año, titulada "Milenario y centenario del surrealismo", en que Sebbag preguntará cómo, a partir de esta declaración, se puede celebrar en 2024 el centenario del surrealismo. Por nuestra parte, esperaremos a 2029 para intentar celebrar su undécimo centenario.


El rey carolingio Carlos III el Simple (llamado así no por ser un mentecato, sino por su proverbial honestidad, tan rara en los de su calaña) era hijo póstumo de Luis el Tartamudo, y dado que aún era un niño, tuvo que ser tutelado por el emperador Carlos III el Gordo. Ungido rey, dos veces le arrebataron la corona. Murió el año en que surgió el surrealismo, según Walter Scott envenenado en su prisión del castillo de Péronne.

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Pero para quienes prefieran creer que el surrealismo nació en 1924 y no en 929, y deseen protegerse de ese aluvión mediáticoacadémicoespectacular que se avecina, nada mejor que revalidar esta contribución de Marcel Mariën a su primer cincuentenario:


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(Tardé dos semanas en corregir la pifia de que el surrealismo cumplía en 2029 su segundo milenario y no su undécimo centenario. Razón tenía mi madre cuando decía que yo tenía que estudiar ciencias y no letras.)