martes, 15 de julio de 2025

LRS, n. 4, 15 de julio de 1925


El 2 de julio de 1925 tuvieron lugar los incidentes en el banquete de honor a Saint-Pol-Roux. El día 15 aparecía el cuarto número de La Révolution Surréaliste, ya con André Breton al mando y la ausencia de Antonin Artaud.

La portada lleva la proclama "Et guerre au travail", acompañada de una foto de Man Ray, la de un escuálido maniquí de la exposición de Artes Decorativas que se celebraba en París; quizás hubiera sido mejor alguna imagen más acorde con el carácter explosivo de la proclama.

El editorial de Breton, acompañado de un dibujo mediúmnico, es admirable, poniendo los puntos sobre las íes a algunas veleidades de Éluard, Aragon y Masson y situando al surrealismo "a las órdenes de lo maravilloso"  y contra "el abominable confort moderno".

Los poemas son de Éluard, y el segundo de ellos estaba caligrafiado en el muro de la casa de Yves Tanguy. Hay sueños de Max Morise y de Michel Leiris, y "textos surrealistas" de Philippe Soupault, Marcel Noll, Georges Malkine y Paul Éluard (el de Soupault añade notas importantes sobre Raymond Roussel y sobre Fantomas, y el de Malkine ocupó a Sarane Alexandrian en una página del capítulo que dedica a "Breton y el amor surrealista" en Les libérateurs de l'amour).

A continuación, un capítulo de Mort aux vaches et au champ d'honneur, inmortal obra de Péret, una nueva maravilla de Desnos ("La baie de la faim"), la continuación del Glosario de Leiris y una "Nomenclatura" de Jacques-André Boiffard.

Uno no sabe cuál habrá sido la reacción de los cándidos poetas de la Residencia de Estudiantes a la incendiaria conferencia proferida allí tres meses antes por Louis Aragon, parcialmente reproducida en este número, con su diatriba contra el trabajo y su exaltación del pensamiento artaudiano. Y es que en España todavía ni habían pasado por la triste celebración del centenario de Góngora.

El plato fuerte del número, en un plano teórico, es el arranque de "Le surréalisme et la peinture", de Breton, exponiendo el concepto de "modelo interior". ¡Y qué arranque de ese arranque, con el postulado "El ojo existe en estado salvaje"! 

En el capítulo de Exposiciones, Max Morise embiste contra la involución de Chirico, y en el de Correspondencia Breton fulmina a Joseph Delteil.

Picasso se lleva la palma de las ilustraciones, nada menos que con cinco, una de ellas Las señoritas de Aviñó, que se reproducía por primera vez. Pero más significativas son las dos de Max Ernst, con dos piezas decisivas: la de los dos niños amenazados por un ruiseñor y La révolution la nuit. No menos "clásica" es la de El cazador, de Miró, mientras que de Masson, la estrella artística del número anterior, solo está La armadura, que perteneció a Breton. Hay otras de Chirico, Pierre Roy y Man Ray, más una bella foto de la mujer de Saint-Pol-Roux, Divine, en la costa bretona, con una gaviota posada sobre su cabeza.

LRS, 4

Max Ernst,
Pietà ou La révolution la nuit (1923)

jueves, 10 de julio de 2025

Guy Ducornet: 2013 (2)

Encontrado en un sobre de 2013, esta noticia de unas lecturas de 2007 en el desaparecido Musée de l'Érotisme lleva una sabrosa acotación suya contra una de sus bestias negras:



Abre el segundo pdf del año 2013 una postal para anunciarme el regalo del libro de fotos de Rodolphe Hammadi Paris surréaliste, y la reflexión sobre la herencia de la fotografía surrealista (nombrando a Man Ray y Brassaï) la ilustra con una de sus propias fotos callejeras, que ha titulado Rhapsody in Blue, viejo estándar jazzístico.

La carta del 10 de marzo, con el collage de la Place André Breton, se centra en la reciente publicación de los dos tomos de Invisible Heads, que describen la trayectoria de los surrealistas americanos que se desligaron del grupo Arsenal. Ducornet toma el partido de su amigo Franklin Rosemont y da sus razones, discrepando cordialmente de la reciente reseña de Laurens Vancrevel en el número 98 de Infosurr (la suya aparecería en el 101). Mi punto de vista sobre esta cuestión lo expresé sucintamente en una reseña de la revista, y estaba más cerca de Vancrevel que del suyo.

El 4 de abril me envía dos imágenes de la exposición Histoires 100 Paroles, con fotos de sus encuentros en la galería con Alain Joubert, Joël Gayraud y Dominique Rabourdin.

A partir de aquí me enfrasco en un cierto laberinto de cartas sin fecha, que ha sido un rompecabezas ordenar de modo aproximado. La primera la abre respondiendo a una cuestión mía sobre los firmantes del manifiesto antirreligioso de 1948, antes de contar por escrito lo que me había contado a mí en Tenerife: la maravillosa anécdota de su visita a la tumba de Torquemada, en la que escupió ante los ojos atónitos del monje que lo había guiado allí. Comienza aquí a desarrollar su berrinche contra "ese cretino de Claude Courtot", aún limitado a su rastrero ataque a Édouard Jaguer y Anne Éthuin, que ya me había indignado a mí. Alude a un collage de título Bienvenue à l'Orotava!, que tengo la desgracia de no conocer. Y anuncia su viaje a S. Paulo y los Estados Unidos, para participar en la exposición sobre el libro objeto organizada por Sergio Lima y para presentar Annandale Blues.

La del 29 de julio de 2013 informa del proyecto del almanaque de Brumes Blondes, que pronto vería la luz, y entra ya a fondo en el asunto Courtot, adicionándome las cartas que ha escrito al propio Courtot (¡admirable!), Gérard Roche y Jerôme Duwa, para señalar su renuncia a formar parte del comité de la Asociación de los Amigos de Benjamin Péret, por no querer sentarse a su lado, y más que por las sandeces acumuladas en su miserabilista "Pseudocrónica de una desventura antisurrealista", por haber manifestado allí la alegría y el entusiasmo que le habían producido la matanza de las llamadas Torres Gemelas y su odio hacia todo lo norteamericano. La siguiente, no datada, retoma la cuestión de su carta de dimisión, señala el carácter valiente y novedoso del libro de Melanie Nicholson sobre el surrealismo en Latinoamérica, reivindica la obra literaria de Rikki, etc.

En la siguiente, tampoco datada, describe de nuevo, con tintes poéticos, el Loire Valley, donde pasaba parte del año, en medio de la naturaleza. Evoca fugazmente un conflicto con el grupo de París, a cuenta de Pierre Sabourin, y lo considera superado, el distanciamiento de Marie-Dominique Massoni permitiendo ahora aproximarse a ellos. Refiere haber sido invitado a la exposición local "Le bestiaire enchanté", a la que aportará obras de su propia casa, de artistas como Max Bucaille (of course!), Jorge Camacho , Wifredo Lam, Philippe Collage, Toyen, Zydron, Silbermann, Cruzeiro Seixas, Rikki, Philip West, Revilla, Anne Éthuin, Penelope Rosemont, Guy Girard, Ody Saban, etc. La de cinco de septiembre aludirá a la instalación del bestiario, pero las imágenes que en la postal un día posterior me dice ha enviado, no las localizo o no las bajé del correo. La deliciosa matraquilla de Courtot prosigue en esa carta y en la del 9 de septiembre, que es una pura burla. Sale el trotamundos para el continente americano, donde estará hasta principios de octubre, y desde donde me mandará la postal de las Torres Gemelas. 

Ya en octubre, hay dos cartas sin fecha, pero ubicables porque la exposición de Joseph Cornell en Lyon, reseñada por él en el número 110 de Infosurr, se inauguraba el día 18 de ese mes. Una de las cartas, con el sello de El Hierro, es manuscrita, y la otra (a la que quizás falte la segunda parte) vuelve sobre Courtot, pero también da cuenta de su visita a la casa de Víctor Hugo, donde se celebraba la también bella exposición sobre el gran poeta y los surrealistas. Encanta el entusiasmo de Ducornet por la obra cornelliana, y encanta la valoración que hace de ella.

El 26 de noviembre me manda media docena de billetes postales de gran tamaño, repletos de motivos parisinos, de los que me limito a reproducir uno, y el 17 de diciembre partían él y Ghislaine de nuevo para los Estados Unidos.



sábado, 5 de julio de 2025

Sade y el surrealismo (1932-1934)

En 1932, Toyen (con quien volveremos a encontrarnos) ilustra para las Ediciones 69 Justine:




En el mes de julio, Styrsky, interesado por Sade desde los años 20, visita Lacoste y narra sus impresiones en un gran ensayo, La tierra del Marqués de Sade, aparecido al año siguiente con una serie de fotografías:



Styrsky no concluyó un libro sobre Sade que iba a titular El ocupante de la Bastilla. Solo completó los primeros cinco capítulos, cubriendo los años 1740-1767; el primero, "Leyendas y antepasados", lo publica en 1931, pero habrá que esperar a 1969 para que Frantisej Smejkal dé a conocer los siguientes. Ya en 1937 pintará Gift que él consideraba un retrato de Sade, tal y como Breton había considerado la imagen daliniana que veíamos en la anterior entrega:


Retomamos Le Surréalisme au service de la Révolution, porque en la sección final del número 5, aparecido el 15 de mayo de 1933, nos encontramos con el célebre Monumento a D.A.F. de Sade de Man Ray, hecho para una edición de Los 120 días de Sodoma (añado dos fotos del colgante que hizo a principios de los 70, la segunda con Juliette ostentándolo):




En este mismo número, Maurice Heine publica la cuarta parte de su "Actualidad de Sade", con su largo ensayo "De Justine a La nueva Justine a través de las hojillas inéditas", y en el siguiente, aparecido simultáneamente, Maurice Henry propone suprimir la Plaza de la República y colocar en su centro una estatua de Sade prohibiéndose la entrada a la nueva plaza.

1933 es un año espectacular, ya que, a la vez que prosigue con toda pujanza la revista del grupo, surge Minotaure, en cuyo número inaugural Maurice Heine publica "Dramaturgia de Sade". Ese mismo año, Heine da a la luz en la NRF "El Marqués de Sade y la novela gótica", del mismo modo que ya en 1936, en el número 8 de Minotaure, aparecerán las "Miradas sobre el infierno antropoclásico", con un diálogo entre las sombras de Sade y de Jack el Destripador.

Pero más aún: el infatigable divulgador y explorador del Marqués le dedica en Documents 34 un homenaje poético:



Cerramos este capítulo con Camille Bryen y El fantasma cotidiano de Sade, de 1934, fotografiado por Raoul Michelet en L'aventure des objets, 1937. El propio Camille Bryen ha hablado de este objeto "semiautomático" :


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miércoles, 2 de julio de 2025

Venus d'ailleurs

Yoan Armand Gil, Archipiélagos

Venidos de otra parte, o sea, de la vrai vie, que al final es la única parte vivible o sea vivificante y digna de ser vivida. Resulta apabullante el catálogo que en pocos años se ha forjado Venus d'ailleurs, gracias a la iniciativa incansable y sin concesiones de Yoan Armand Gil. Echemos un rápido vistazo a sus "colecciones", que son cerca de una veintena.

La revista homónima va ya por su número 14 y se ofrece una caja con los doce primeros, mientras que al número inaugural de Halo nos hemos referido recientemente. La tercera colección es la de La Nouvelle Revue Moderne de Philippe Lemaire, con colaboraciones de Jean-Pierre Paraggio, Jacques Abeille, Laure Missir, etc. "La boîte à gant" cuenta con la sección "Los Grandes Transparentes", que incluye obras de Érik Satie, Jacques Vaché, Malcolm de Chazal, Lou Dubois... y Miguel de Unamuno, por sus siempre modernos Apuntes para un tratado de cocotología. Otra revista, El ojo heliotropo, es la publicación de la galería de Arlés así llamada.

Pero la colección en que se acumulan más obras de interés para los lectores de este blog es la titulada "Idea", que a su vez se divide en estos cinco apartados: "Génesis de las vanguardias", "Dada, surrealismo y Cª", "Utopías libertarias", "Contemporáneos", "Absurdo" y "Hermética". La abren las artes inoherentes y siguen piezas, entre otros, de Duchamp, Jarry, Nerval (por René Daumal), Gilbert-Lecomte, Hausman, Schwitters, Chazal, Labisse, Fourier, Stirner, Alleau, Éliphas Levi, Patrick Lepetit y Bernard Roger. El libro sobre la obra gráfica de Alleau es importantísimo y esperamos reseñarlo aquí.

La colección "Poiesis" incluye una Oda a Annie Le Brun por Nadine Ribault, Le Promenade de Vénus de Sergio Lima y páginas sobre Victor Brauner, mientras que "Pallas Hôtel" se orienta a los autores actuales, como Sylwia Chrostowska, Joël Gayraud o Laurent Albarracin. Siguen los "Carnets de dibujos", la colección "Isis" y la titulada "Orteluque", esta con un homenaje a Brauner por Benoit Pingeot, más libritos de Charles Fourier y Alphonse Allais y un conjunto de collages y textos de Philippe Lemaire con el bello título de El humor negro iluminando el mundo.

Los discos digitales son objeto de la colección "Anima", en la que encontramos una "ficción-homenaje a Érik Satie", y la música de la titulada "Muse Sick", a la que sigue el "Teatro de papel". "Boat" es la que rige una serie de minilibros en rollos, entre los cuales uno con las calaveras de Posada y otro con los collages de Andersen. Por último, hay una colección de ediciones especiales y otra de obras y estampas realizadas en el propio taller de la editorial. Entre las ediciones especiales, hay que distinguir tres: la del catálogo sobre surrealismo y masonería (reseñado aquí); la del catálogo de la reciente exposición del centenario del primer manifiesto del surrealismo, organizada en Portugal por Miguel de Carvalho y pronto en la Fundación Granell; la de Jacques Maréchal (que no he podido obtener, ya que se agotó muy pronto, pero que se va a reeditar y sin duda es la publicación definitiva sobre este artista visionario, cercano un tiempo al surrealismo); y la de fotos de Aurélie Aura, creadora de objetos muy poéticos y sorprendentes (Solutions acides & Rêves salins, con textos de Marie-Dominique Massoni, David Nadeau y Dominique Paul, entre otros).

Aurélie Aura, Trompetilla acústica

Aparte la sección de las colecciones, hay otra de "Álbumes de fotos" y otra de "Actos", con sus catálogos correspondientes. En conjunto, como dije al principio, una labor apabullante, que hay que ver para creer: 

lunes, 30 de junio de 2025

El balcón

Por cortesía de Rik Lina, he aquí estas curiosas metamorfosis del balcón de las majas de Goya. Lo que realmente no perdonaron los surrealistas es al trío burgués manetiano.

Francisco de Goya,
Majas al balcón, 1810

Édouard Manet, El balcón, 1869

René Magritte,
Perspectiva II: el balcón de Manet,1949

Jorge Camacho, El balcón, 1962

Rik Lina, El balcón carnívoro, 1983

sábado, 28 de junio de 2025

Guy Ducornet, 2013 (1)

Este año, tras el recibo de mi ejemplar de Annandale Blues, con la simpática dedicatoria en que me anuncia su visita, comienza con las dos bellas cartas desde El Hierro, lugar que fascinó a Ducornet y le inspiró incluso una serie de collages, de los cuales me regaló Mano guanche, que aparecería en la portada del primer tomo de Surrealismo: el oro del tiempo; en la segunda, habla precisamente de los "backgrounds" que irían a servir para esos collages. La Casa de los Ángeles no fue el primer lugar donde quise enviarlos a él y Ghislaine (como unos años atrás había hecho con Fátima Roque, Sergio Lima y Célia Cymbalista), sino otro mucho mejor, completamente aislado, pero que no se encontraba disponible.

Portada con Mano guanche

A su retorno a París, me envía cuatro collages junto con un comentario de la anécdota del cuchillo que regalé en Las Palmas a Édouard Jaguer (ya la he contado un par de veces) seguido de nuevas alusiones a su labor ceramista. Ya ha aparecido Annandale Blues, al que dediqué una reseña. Vemos aquí la información de su salida junto a la invitación a la exposición conjunta con Gregg Simpson, y a continuación la del 17 de febrero, agradeciendo la reseña, siempre con mucha generosidad y destacando el aspecto musical de su libro, con referencias a su práctica de la batería, y aludiendo a Gregg Simpson (a quien califica de "bon vivant" como cree que soy yo también, cuando nunca me he reconocido como tal). Unos apuntes político-cinematográficos completan esta página.

En una entrada del 24 de marzo, yo aludiría a la exposición y reproduciría dos de los collages de El Hierro: Sky Eye y Vision n. 2, pero antes he recibido nada menos que otras dos extensas cartas, la del 21 de febrero capital. Tras hacerme con uno de los Tardi dedicados a las novelas de Léo Malet, y descubrir que también ha llevado al cómic a Céline, le inquiero por mi vieja extrañeza acerca de la fascinación ejercida por este siniestro personaje entre los intelectuales de izquierda, incluidos los anarcas. La respuesta es larga, admirable y definitiva, y por supuesto coincide con mi visión. Esta carta antológica incluye una digresión sobre su trabajo de profesor en Estados Unidos y concluye con otro caso de "azar objetivo", que involucra a Arturo Schwarz y Miguel de Carvalho. La postal final, con La puerta de lo desconocido de Topor, lleva al dorso un cortés "Pardon d'avoir été aussi long!"

Pero ahí no queda la cosa. En la del 27 de febrero, vuelve sobre Céline, pero centrándose en su estilo, cuyo éxito le parece un "misterio", y en los escritores de la época, incluidos Jacques Prévert y Boris Vian. Salta aquí el nombre de Borges, porque yo también le he mostrado mi repudio hacia el culto borgiano, es decir al culto no solo de la obra sino de la persona abyecta que era Borges, muy bien considerado por Magritte como un "gilipollas instruido" (también lo comenté con Granell, que sabía distinguir entre el personaje y su obra, encontrando algunas de sus historias incluso muy cercanas al surrealismo). No parece con todo tener noticia de que haya llamado a los militares argentinos "caballeros", haya alabado a Pinochet (y recibido un premio en su presencia) y haya criticado a los States por no tener la valentía de fundar un verdadero imperio.


Vénus d' El Hierro

jueves, 26 de junio de 2025

Halo Alleau


El número "hors-série" de la revista Halo, maravillosamente maquetado e ilustrado como no podía ser de otra manera, ya que edita Venus d'ailleurs, se dedica a "Los enigmas de la obra de René Alleau, uno de los sabios auténticos del siglo XX, relacionado esencialmente con el surrealismo y a quien hemos dedicado frecuente atención, incluso con un dosier de sus colaboraciones en publicaciones surrealistas.

Poco se puede añadir a la presentación que hace Gilles Bucherie, quien nos advierte sobre la cantidad de inéditos y de proyectos que dejó Alleau y que abren el camino a infinidad de cuestiones e investigaciones. Recordemos que es autor del gran libro de referencia sobre Alleau, René Alleau et l'écriture philosophale, publicado hace tres años. De Bucherie son dos ensayos de este volumen que reseño, uno sobre Alleau y la geomancia y otro sobre hermetismo y hermenéutica, donde se trata entre otras cosas de la relación de Alleau con Eugène Canseliet y con Gilbert Durand (y de la cercanía de ambos a Bachelard) y de Flamel y el Mutus Liber.

Magnífico es el trabajo de Laurent Segalim sobre la empresa editorial de la colección Bibliotheca Hermetica, que, dedicada a la astrología, la magia y sobre todo la alquimia, dio en los años 70 nada menos que veintidós preciosos libros, muy fulcanellianos, vistos no como "históricos" sino como vivificadores, y es que para René Alleau el esoterismo era una "hermenéutica total, viviente y vivificadora". Astrología, magia y alquimia, como señala Segalim, fueron "progresivamente marginalizadas desde el siglo XVIII por la ciencia mecanicista y racionalista y luego positivista", convirtiéndose en "una pequeña máquina de guerra contra el materialismo castrante y estéril de la ciencia burguesa". No sorprende la relación con el surrealismo, y es más que sabido cómo Breton se vio atraído por las conferencias de Alleau sobre la alquimia, pero aquí hay notas de interés sobre Jean-Claude Bailly, cercano un tiempo a Breton, y sobre Bernard Roger, que introdujo y anotó algunos de los volúmenes.

Jacques Eicher escribe sobre "El arte de Hermes según René Alleau", manejando las cartas con Breton e indagando la relación con Jung; en un anejo, presenta una meditación sobre dos planchas alquímicas. Por su parte, Pierre Mollier lo hace sobre Alleau y la masonería, y por tanto sobre la logia Thébah, a la que dedicamos un artículo a propósito del libro de David Nadeau L'arche utopique, dada la militancia en ella de algunos surrealistas.

También Breton marca su presencia en el artículo sobre "geobiología de lo sagrado" de Éric Phalippou, que incluye un apasionante estudio de la torre César, en Provins (Isla de Francia), así como en el del experto en astrología Fabrice Pascaud, "Constelación Alleau-Canseliet-Breton". Trabajo excepcional, en fin, es el de Aristide Gripon sobre las acuarelas de Alleau, titulado "La isla permanente de René Alleau"; de modo magistral, hace un análisis de su pintura, que para nuestro pensador (y poeta) era una "vía iluminativa", "un instrumento de creación".

Este es un libro-revista ineludible para todo aquel que se interese por Alleau y por el surrealismo y el esoterismo

les énigmes de l'oeuvre de rené alleau

martes, 24 de junio de 2025

Mestre Zuca Sardan, al aparato


Un libro reciente de entrevistas en torno al surrealismo en Brasil cuenta con la presencia invalorable del Maestro Zuca Sardan, quien responde maravillosamente a catorce preguntas, dando cuenta de su decisión juvenil de ser poeta surrealista ("para librarme de los severos Catolicismo y Realismo Social Marxista, al menos por pereza de leer el enorme Capital de Marx y los tostones dogmáticos de Lenin"), de su concepción del surrealismo ("búsqueda de la realidad secreta, mágica y esquiva, escondida por detrás de la malhumorada visión lógica de la Realidad Objetiva"), de la importancia del azar y del humor negro en su obra, de sus personajes (ese verdadero festín de la más saludable locura: "mis buenos y fieles amigos, que me ayudan siempre, en sueños semiinconscientes en que conversamos mucho"), etc. 

No es el único interés de este volumen, ya que hay algunas declaraciones notables de Leila Ferraz y Pablo Paranaguá. De la primera, el relato de un sueño premonitorio con André Breton poco antes de conocerlo, una bella evocación de Elisa Breton, la valoración de su contribución a la exposición de A Phala (en particular, sobre su "Anticinturón de castidad") y un reconocimiento al influjo de Robert Benayoun. Del segundo, comentarios de su película Nadja y de su presencia en Positif

De resto no falta el tufo a provincianismo (habitual desde que salimos de París en la historia del surrealismo, con raras excepciones como las de Praga o Chile en la época Mandrágora), el engreimiento y los rencores. Esto último, con respecto a Sergio Lima, claro está, habiendo hasta un fulano que lo llama "el Papa del surrealismo en Brasil"... sino que para el movimiento surrealista lo que vale sobre el surrealismo en Brasil es lo que ha dejado dicho Sergio Lima, y no hay vuelta de hoja: por tanto, que con su pan se lo coman, y bom apetite.

"El Surrealismo, desde mis tiempos de estudiante, fue para mí la búsqueda de una realidad más profunda, basada en una apuesta en lo maravilloso que existe en la vida y no vemos, mas que, si nos dejamos guiar por la intuición, acabamos encontrando, y que transforma por completo la realidad objetiva. Se trata de una realidad oculta que no puede ser demostrada, pero las personas ultrasensibles, que no abandonan sus sueños, conocen y protegen esta creencia en la realidad secreta de sus devaneos, movidos por un mysterioso sentido del humor de segundo grado". (Maestro Zuca Sardan) 

surrealismo no brasil. uma história subterrânea

domingo, 22 de junio de 2025

Dreamdew, 38

Continuación de los relatos oníricos de Meret Oppenheim. Y una vez más: ¿para cuándo una edición en libro de todos los números de este precioso boletín?




dreamdew 38 pdf

jueves, 19 de junio de 2025

Guy Ducornet, 2011-2012

Night and Day, 2005

La correspondencia de Ducornet se reanuda el 27 de octubre de 2011, tras un periodo de penitencia en que, a mi trabajo habitual, tuve que añadir el de la primera edición de Calidoscopio surrealista, aparecida ese año. En dicha carta, habla de sus amigos Franklin Rosemont, Don Lacross y Jean-Marc Debenedetti, desaparecidos en los últimos años, y nuevamente de su propio arte visual, con una jugosa referencia a Dalí. Me informa de que su primo le ha elaborado una página web, que yo recuerdo era excelente, pero que con el correr de los años desaparecería lamentablemente. La postal que acompaña la carta es la de una vasija que considera "el mejor recuerdo de Creta", que acaba de visitar, pero más interesante es el detalle de la "boîte", datada en 2009. Completo esta primera tanda con un documento precioso: el original de su ensayo sobre Matta, que le habían solicitado los surrealistas de Derrame para publicar en su homenaje al artista chileno, Cien años de Matta; señalemos que aquí está mucho más ilustrado.

La carta de 5 de diciembre de 2011 anuncia su visita a Praga, para asistir a la exposición Other Air. Esta carta es rica en referencias a surrealistas: Ken Smith, Sarah Metcalf, Guy Girard, Tony Earnshaw, Conroy Maddox, Heribert Becker, Rikki, Arturo Schwarz, Miguel de Carvalho..., sin que falte un nuevo capítulo de la fascinación que sobre él ejercían los fenómenos de azar objetivo, por pequeños que fueran o parecieran, ni novedades sobre sus obras en progreso: Black is the Color pasa a titularse Annandale Blues y surge la primera referencia a Histoires 100 paroles.

Siguen cartas del 5 de enero y 5 de marzo de 2012. La primera, acompañada de Clair de terre, que es la obra que él enviaría a Praga, tuvo eco en una nota mía de este blog (VER). La segunda con fotos que no descargué y ya no tengo el correo. En la del 7 de marzo, hace una apología de su amigo Debenedetti que lo lleva a nombrar a Phases, Édouard Jaguer, Anne Éthuin y Philipe Collage. Una digresión hay sobre las dificultades económicas de muchos surrealistas, y en particular de André Breton, y es que este tipo de digresiones "son los tesoros secretos del Corazón del Surrealismo, tan lejos del BIG international". Adviértase el inicio de la carta, porque anuncia su violentísima diatriba contra Courtot; sin duda, yo le he puesto sobre aviso de la infinidad de imposturas contenidas en los dos primeros tomos de su Chronique d'une aventure surréaliste que cometí el error de comprar, llevado por un título que ya de por sí era una estafa.

A Ducornet no le dolían prendas a la hora de denunciar las sucias "mascaradas" de los impostores que circulaban por el surrealismo. Ya lo había hecho cuando la exposición internacional de Coimbra, en 2001, y ahora lo hace con el infame Santiago Ribeiro, en la carta del 11 de marzo, a la que sigue otra no datada, con ambos motivos. La de 16 de mayo muestra su decepción por las cajas y los collages de los surrealistas turcos, que le parecen repetitivas y débiles, sobre lo cual vuelve en la del 18 de mayo, en que vemos reaparecer a los collages de Max Bucaille, una de sus iniciales y más intensas fuentes de inspiración.

Me faltan los correos en que refiere su visita a Praga, donde la decepción fue encontrarse con que su colaboración había sido arrinconada por los señoritos del grupo checo y eslovaco: decidió por ello llevársela, según atestigua la foto que va a mandarme junto a un ejemplar del catálogo. La bonita postal kafkiana desplegable hace referencia a ese indigno "eclipse" de su Clair de terre en Praga.

Por fin, la carta del 30 de noviembre, dedicada a Salvador Dalí, anuncia su viaje inminente a Tenerife, pero aún añadimos a este pdf un interesante documento, elaborado para que yo me hiciera idea de cómo presentó sus collages en el proyecto de libro que había enviado antaño a Sergio Lima, quien, por cierto contribuyó con un fino artículo al pequeño catálogo de la exposición ducornetiana en la Fundación Granell.

guy ducornet 2011-2012

géographie

domingo, 15 de junio de 2025

Michel Dubret, por Natan Schäfer

Del grupo suizo surrealista Le la, Michel Dubret es quien ha proseguido una labor poética secreta con publicaciones de gran interés. No era fácil el acceso a su libro de 2016 Les dépendances de la tristesse, por lo que resulta bienvenida esta traducción que al brasileño ha hecho Natan Schäfer, pero sobre todo acompañada de un ensayo final donde ilumina la figura poco conocida de Dubret y ahonda en su escritura, con su sagacidad acostumbrada. La edición es bilingüe, lleva algunos collages del propio poeta y esta vieja página del surrealismo la recomienda vivamente.

as dependências da tristeza

le la checoeslovaco

carta de sète

blasones con paraggio

*

Natan Schäfer lleva unos años en la cresta de la ola, como uno de los más valiosos ensayistas de y sobre el surrealismo, lo que no debe impedir que se siga atento a su labor como poeta. En Contravento Editorial acaba de publicar un diminuto cuaderno con ocho poemas, entre los cuales los hay dedicados a Zuca Sardan, Sergio Lima (con un epígrafe onírico), Hervé Delabarre, Jacques Lacomblez y Robert Guyon.

contraventoeditorial@gmail.com

lunes, 9 de junio de 2025

Guy Ducornet, 2007-2008

Uno de los dos grandes libros de combate de Guy Ducornet, Surréalisme & athéisme, es objeto de las primeras cartas que reproduzco, con un pequeño caso de "azar objetivo" y dos reseñas, al dorso de una de las cuales viene una foto de la Place André Breton.

En la carta del 2 de julio de 2007, aparece por primera vez su bodega llena de buenos vinos, tras haberle yo hablado de un vintage Oporto de 1975 que me había traído de Portugal. Como sigue sin dinero, no puede materializar aún su deseo de venir a Tenerife, y el comentario sobre Nikki de Saint Phalle está sin duda motivado por una magna exposición que yo por aquellos días había visto en Las Palmas de Gran Canaria. 

La carta del 1 de octubre, como de costumbre acompañada de su recuerdos, anuncia su exposición de 2009 en Santiago de Compostela y da cuenta del recibo de mi libro de citas Cabina de barlovento.

Ese mismo mes la carta del 27 de octubre alude a Philippe Collage, desertor como él de la guerra de Argelia, y refiere su encuentro en Portugal con Miguel de Carvalho y Sergio Lima. Obsérvese que la foto de Jaguer ante el cuadro de Ladislav Novak a que alude es la que publicamos recientemente. Entre otros comentarios, señalemos los que hace de las exposiciones de Jacqueline Lamba e Yves Tanguy y la noticia de que el Grupo Surrealista de Madrid va a traducir su librito sobre el surrealismo del grupo chicagoense.

Sigue una postal jazzística, abrazando el saxofón y con los nombres de Sid Catlett y Jo Jones, sin duda tras yo haberle dicho que el primero era mi batería favorito of all the times. La carta del 3 de diciembre interesa sobre todo por la reflexión sobre sus fotografías.

El 17 de noviembre muestra una debilidad, porque hay que ser ingenuo para no percibir que un presidente de los EEUU, o de cualquier otro país, no es más que el títere de las élites corporativas, la simple cabeza visible de una mafia criminal, un asesino y un imbécil (en este caso, el tal Obama, Premio Nobel de la Paz que en tan solo en 2016 lanzaría 24.000 bombas sobre las poblaciones árabes y obtuvo el récord de venta de armas made in usa desde la II GM). Por aquel entonces, yo dejaba pasar las ingenuidades e incongruencias políticas de algunos amigos surrealistas, algo que me resulta imposible desde marzo de 2020, y hoy no quiero oír ninguna opinión sobre absolutamente nada por parte de quienes se tragaron las patrañas y aceptaron las infamias de aquel siniestro trienio fascista sanitario.

Pero esta carta, en alternativa, ofrece un enorme interés al dar cuenta de la génesis de su obra maestra, aparecida en 2012, Annandale Blues. A Journey in Ralph Ellison's America, y es que, de manera más escueta, lo que contará en las primeras páginas del libro ya nos lo cuenta aquí. También señala los collages de Max Bucaille como el origen de su inmersión en el surrealismo, pero es de lamentar que no podamos acceder a esas más de cien páginas que sobre sus propios collages ha enviado a Sergio Lima, ahora que este nos falta cruelmente.

Acabamos con la carta del 16 de diciembre, cuando se va a Lisboa para encontrarse con Sergio Lima y Miguel de Carvalho y se puede apreciar cómo Annandale Blues ya le está bulliendo en la cabeza. Pero siempre, prácticamente en todas sus cartas, vemos presente su capacidad de maravillamiento y la atención extrema a todas las señales del azar objetivo.

ducornet 2007-2008


domingo, 8 de junio de 2025

Sade y el surrealismo (1930-1931)

Los años 30 son la década sadiana del surrealismo por excelencia, y se abren de modo glorioso, con La edad de oro, en cuyo episodio final el Duque de Blangis, personaje central de Los 120 días de Sodoma, aparece representado con las facciones tradicionales de Cristo. (Sobre Sade en Buñuel, véase por ejemplo este enlace.)

La carta de Heine a Buñuel sobre ese final, admirable aunque algo quisquillosa, se publicó en el número 3 de Le Surréalisme au service de la Révolution, diciembre de 1931:



En el número anterior de la revista, aparecido en 1930, Maurice Heine presentaba la primera "Actualité de Sade", que incluía una carta inédita de Sade y una polémica carta del propio Heine, seguidos aparte de un fragmento de Justine y un vibrante homenaje por René Char:





Al final de ese número encontramos esta ilustración, Hommage à D.A.F. de Sade, por Man Ray:


En realidad, Man Ray ha partido de un montaje de Lee Miller, dedicado a su amiga Tanja Ramm, la alteración mereciendo, por supuesto, la típica simplona interpretación feminista:


Pero Lee Miller, a su vez, se ha inspirado en una serie de autorretratos de Claude Cahun, realizados hacia 1925 y de los que vemos aquí uno de ellos:


El homenaje de Man Ray va a traer cola, como veremos cuando en 1950 firme su Aline y Valcour. Man Ray es vecino y amigo de Maurice Heine, quien lo guía en su descubrimiento de Sade; visita entonces el castillo de Lacoste y lee todas sus novelas, de las que considerará la más "importante" Aline y Valcour, porque "trata todas las cuestiones políticas y muy poco la pornografía".

Volviendo al número 3 de Le Surréalisme au service de la Révolution, en las páginas 34-35 se reproducen los juicios clarividentes de Sade por Petrus Borel (1839) y Algernon Swinburne (1862) antecediendo la de un plumífero anónimo de un pasquín periodístico, o sea "Sade visto por el genio de los poetas" seguido de "Sade visto por el orificio de una vagina"; para el cagatintas de turno, exponente perfecto de la reacción periodística a la celebración surrealista del Marqués, Sade es "un monstruo estúpido" y los surrealistas forman "una capilla de farsantes o de pánfilos", cuya reivindicación de Sade "es un triste signo de la estupidez y de la demencia que reinan en nuestro tiempo". La revista concluye con la sección de imágenes, entre las cuales esta página memorable de Dalí: un rostro paranoico en el que Breton ha visto el de Sade:


Dos simples años llenan este capítulo de nuestro "Sade y el surrealismo", tal es su riqueza. En el número 4 de la revista, también de 1931, aparece una nueva "Actualidad de Sade", con un largo "pensamiento inédito de Sade", sobre el sofisma de "dios", rescatado por Maurice Heine. Que abra la revista es inequívoco signo de la relevancia extraordinaria que asume Sade en este momento clave del surrealismo.