Encontrado en un sobre de 2013, esta noticia de unas lecturas de 2007 en el desaparecido Musée de l'Érotisme lleva una sabrosa acotación suya contra una de sus bestias negras:
Abre el segundo pdf del año 2013 una postal para anunciarme el regalo del libro de fotos de Rodolphe Hammadi Paris surréaliste, y la reflexión sobre la herencia de la fotografía surrealista (nombrando a Man Ray y Brassaï) la ilustra con una de sus propias fotos callejeras, que ha titulado Rhapsody in Blue, viejo estándar jazzístico.
La carta del 10 de marzo, con el collage de la Place André Breton, se centra en la reciente publicación de los dos tomos de Invisible Heads, que describen la trayectoria de los surrealistas americanos que se desligaron del grupo Arsenal. Ducornet toma el partido de su amigo Franklin Rosemont y da sus razones, discrepando cordialmente de la reciente reseña de Laurens Vancrevel en el número 98 de Infosurr (la suya aparecería en el 101). Mi punto de vista sobre esta cuestión lo expresé sucintamente en una reseña de la revista, y estaba más cerca de Vancrevel que del suyo.
El 4 de abril me envía dos imágenes de la exposición Histoires 100 Paroles, con fotos de sus encuentros en la galería con Alain Joubert, Joël Gayraud y Dominique Rabourdin.
A partir de aquí me enfrasco en un cierto laberinto de cartas sin fecha, que ha sido un rompecabezas ordenar de modo aproximado. La primera la abre respondiendo a una cuestión mía sobre los firmantes del manifiesto antirreligioso de 1948, antes de contar por escrito lo que me había contado a mí en Tenerife: la maravillosa anécdota de su visita a la tumba de Torquemada, en la que escupió ante los ojos atónitos del monje que lo había guiado allí. Comienza aquí a desarrollar su berrinche contra "ese cretino de Claude Courtot", aún limitado a su rastrero ataque a Édouard Jaguer y Anne Éthuin, que ya me había indignado a mí. Alude a un collage de título Bienvenue à l'Orotava!, que tengo la desgracia de no conocer. Y anuncia su viaje a S. Paulo y los Estados Unidos, para participar en la exposición sobre el libro objeto organizada por Sergio Lima y para presentar Annandale Blues.
La del 29 de julio de 2013 informa del proyecto del almanaque de Brumes Blondes, que pronto vería la luz, y entra ya a fondo en el asunto Courtot, adicionándome las cartas que ha escrito al propio Courtot (¡admirable!), Gérard Roche y Jerôme Duwa, para señalar su renuncia a formar parte del comité de la Asociación de los Amigos de Benjamin Péret, por no querer sentarse a su lado, y más que por las sandeces acumuladas en su miserabilista "Pseudocrónica de una desventura antisurrealista", por haber manifestado allí la alegría y el entusiasmo que le habían producido la matanza de las llamadas Torres Gemelas y su odio hacia todo lo norteamericano. La siguiente, no datada, retoma la cuestión de su carta de dimisión, señala el carácter valiente y novedoso del libro de Melanie Nicholson sobre el surrealismo en Latinoamérica, reivindica la obra literaria de Rikki, etc.
En la siguiente, tampoco datada, describe de nuevo, con tintes poéticos, el Loire Valley, donde pasaba parte del año, en medio de la naturaleza. Evoca fugazmente un conflicto con el grupo de París, a cuenta de Pierre Sabourin, y lo considera superado, el distanciamiento de Marie-Dominique Massoni permitiendo ahora aproximarse a ellos. Refiere haber sido invitado a la exposición local "Le bestiaire enchanté", a la que aportará obras de su propia casa, de artistas como Max Bucaille (of course!), Jorge Camacho , Wifredo Lam, Philippe Collage, Toyen, Zydron, Silbermann, Cruzeiro Seixas, Rikki, Philip West, Revilla, Anne Éthuin, Penelope Rosemont, Guy Girard, Ody Saban, etc. La de cinco de septiembre aludirá a la instalación del bestiario, pero las imágenes que en la postal un día posterior me dice ha enviado, no las localizo o no las bajé del correo. La deliciosa matraquilla de Courtot prosigue en esa carta y en la del 9 de septiembre, que es una pura burla. Sale el trotamundos para el continente americano, donde estará hasta principios de octubre, y desde donde me mandará la postal de las Torres Gemelas.
Ya en octubre, hay dos cartas sin fecha, pero ubicables porque la exposición de Joseph Cornell en Lyon, reseñada por él en el número 110 de Infosurr, se inauguraba el día 18 de ese mes. Una de las cartas, con el sello de El Hierro, es manuscrita, y la otra (a la que quizás falte la segunda parte) vuelve sobre Courtot, pero también da cuenta de su visita a la casa de Víctor Hugo, donde se celebraba la también bella exposición sobre el gran poeta y los surrealistas. Encanta el entusiasmo de Ducornet por la obra cornelliana, y encanta la valoración que hace de ella.
El 26 de noviembre me manda media docena de billetes postales de gran tamaño, repletos de motivos parisinos, de los que me limito a reproducir uno, y el 17 de diciembre partían él y Ghislaine de nuevo para los Estados Unidos.