Se ha publicado hace unos meses, nueve años después del anterior, el cuarto número de L'Or aux 13 Îles. El tema central es el de los sueños, y tanto el contenido como la presentación están a la altura de los tres números anteriores, lo que quiere decir volvemos a los terrenos de lo excepcional.
Como preámbulo, dos maravillas: un relato de Marianne Van Hirtum titulado La historia divertida de la semana de los cuatro jueves y las investigaciones criptozoológicas de Katrin Backes y Sylvain Tanquerel, con escanografías realizadas en el Museo Natural del Mans. De la primera se anuncian en las ediciones de la revista unos Cuentos sublimes, y sobre los críptidos otro libro, Miroir des cryptides.
Entrando de lleno en la materia onírica, Jean-Christophe Belotti, redactor jefe de la revista, hace una extensa presentación ("Los sueños y sus medios de dirigirnos"), que dedica a Alan Glass y a Jean Terrossian, cuya presencia en los números anteriores fue esplendorosa. Belotti hace un inventario del sostenido interés del surrealismo por el sueño, y se detiene en obras como Le 31 juin de Vincent Bounoure, Rêve manifeste de François Leperlier, La Dormeveille de Giuseppe Bonaviri (1988) o L'Interprétation sociologique des rêves de Bernard Lahire (2018). Estas son páginas de inteligencia y lucidez que ponen al día esta materia.
El propio Belotti presenta a Catherine Geofray, "La gran barra de coral de los sueños", con un muy buen texto de ella disertando sobre los relatos, dibujos, porcelanas y pinturas que hace a partir de sus sueños, pero también de sus ensueños. Fascinante es la palabra.
A los "sueños híbridos" de L'Amor y La Siesta ya dedicamos una reseña cuando Sonámbula publicó el resultado de sus varios años de sueños compartidos. Pierre Petiot diserta sobre las reflexiones de Alexandre Ghrotendieck en torno a las matemáticas y el sueño, pero las ilustraciones de J. Karl Bogartte nos resultan más atractivas, y no digamos la respuesta de Jacques Abeille a la encuesta "¿Tiene usted un doble?", publicada en el número 2 de la revista Poisson-coffre.
También conocíamos, por su publicación independiente, el Abrégé d'histoire universelle vu en rêve de Guy Girard y también fue reseñado aquí. Pero aparecen en esta selección nuevos nombres: el vikingo Ragnar Lodbrock, Marilyn Monroe, Camille Desmoulins, Freud y Desnos. Y sobre todo hay una muestra de las "anagrafomorfosis", o sea el "método resultante de una técnica de interpretación imaginaria y gráfica de las firmas de personajes célebres", siendo el elegido Robespierre.
Murielle Joudet escribe sobre los dibujos de David Porchy, y Bertrand Schmitt nos presenta a dos personajes insólitos: Richard Adam Rowsley, el enemigo del sol, y un relojero de Grenoble émulo de Hervey de Saint-Denys.
Sigue una comunicación fabulosa: un sueño de Stanislas Rodanski (16 de agosto de 1951) comentado y analizado extensamente por él mismo, y presentado por François-Henri Simon. En la génesis del sueño está presente una pintura de Toyen que Rodanski había visto en la apertura de la galería La Dragonne y que él dice titularse El mensajero del bosque, aunque la conocemos como Mensajes del bosque:
Toyen, Messages de la forêt, 1934 |