Pese a la rabieta producida por la pérdida de algunos envíos de libro, acabé pidiendo la obra poética de Jean-Claude Barbé
Bientôt l'éternité m'empêchera de vivre, que es sin duda un filón poético de primer orden. Todos sus poemas se reúnen en un
volumen de más de 250 páginas, con un prólogo de Pierre Vandrepote, la correspondencia con André Breton y una "mitografía" de Jules Perahim. Totalmente recomendable.
A la vez, el poeta chileno Benjamín Rivera-Meza me envía la traducción que ha hecho del segundo poema publicado de Barbé, "Qu'il sera beau", aparecido en el primer número de
La Brèche. En el pdf dedicado hace tiempo a Barbé en
Surrint, lo incluía yo en segundo lugar.
Qu'il sera beau
Qué hermoso será el día en que muramos
habrá tu ropa en los árboles
tu cabellera tendrá acentos misteriosos
nuestro hijo todavía seguirá en tu vientre
porque hay que ser joven para tener una muerte sublime
Moriremos los dos -los tres
o yo moriré solo si tú
y este niño son de tal manera míos
que se nos llegue a confundir en los senderos.
~
Qué hermoso será el día en que muramos
Me imagino muy bien los pájaros en las ramas
Serán negros como me gustan y el pico
ya en la sangre que tu herida
perderá sobre las piedras blancas
perlas sobre los guijarros.
~
Qué hermoso será el día en que muramos
caminaremos sobre la mesa desierta
-¡la más salvaje!- del mar
a esos bosques allá arriba cuyos ecos
son de púrpura y de arrepentimiento.
Sabremos atravesarlos desnudos y abiertos
como palomas de guerra.
~
Qué hermoso será el día en que muramos
porque entonces nuestra alma será perfecta
y no tendremos nada que hacer aquí y nuestra carne
será tallada a su gusto por la muerte.
No tendremos nuestros cuerpos más que hacia el Desgarro
-desgarro hecho y querido por nosotros.
Nuestra vida se hundirá en la muerte sin un susurro.
~
Qué hermoso será el día en que muramos
habrá sirenas que subirán por los ríos
corrientes de sangre en las laderas de las montañas
pasillos paralelos a nuestros caminos de ortiga
cadáveres pétalos adelante a lo lejos
-pero un círculo lento de pus
alrededor del inmenso bosque solitario
y nada visto después de este pecado del sufrimiento.
~
Qué hermoso será el día en que muramos
un pálido olor a musgo alrededor de un pino
sin adorno sin arco iris con
nubes en forma de felicidad.
~
Qué hermoso será el sueño un poco antes de la muerte
Yo se bien que tendrá sus tormentas -sus lluvias
pelirrojas -sus lluvias
alumbradas por la sangre de los pájaros -sus lluvias
largos rosarios fúnebres que se emborracharán en piscinas milagrosas
las tumbas de los cementerios fosforescentes.
~
Qué hermoso será el sueño un poco antes de la muerte
tendrá el sangrante hueco de la palma poetisa
pero también el deslizamiento de mis manos bajo la carne
culpable y blanca de agonía. Tendrá
el lujo de la sangre renovada
la avidez vampírica en la risa granate de la noche
y abarcará el despertar de un bello movimiento de ala
y encenderá el más disimulado de los corazones.
~
Qué hermoso será el sueño un poco antes de la muerte
remará en vano
si yo besara la cabeza que sueña
si yo besara el párpado que se levanta
Acaso ahogaría al remero de mi tristeza.
Un poco de sufrimiento y me abro en gritos.
~
Qué hermoso y oscuro fue el día
en el que solicitabas tu camino al polvo
Nunca antes tu nuca se había abandonado en mi palma
-no creo que el pájaro nos haya visto.
Sobre la piedra blanca una gran araña derrotada
y tus ojos sobre mis mechones apagados.
y el único testigo de nuestro amor había sido la confusión de los senderos de un jardín.
~
Qué hermoso será el día en que nos besemos
será mucho después de nuestra muerte si quieres
nuestros labios temblarán de deseo en sus follajes
será preciso que la luna se derrita entre nuestras bocas antes
de que ellas se unan en una frutilla profunda y hueca.
~
Qué hermoso será el día en que nos besemos
será mucho después de la caída de las estrellas si lo permites
no habrá más que tus senos para iluminarnos
dos antorchas eternas que harán
de nuestros labios olas de desesperación.
~
Qué hermoso será el día en que nos besemos
será mucho después del fin de este mundo si gustas
no tendremos que mirar sino los pájaros
y nuestras bocas tendrán la miel azul de la esperanza
bajo sus bigotes perfumados
y nuestras bocas irán así la una hacia la otra.
~
Yo te abrazo y mi corazón prepara un curso para enviar
a tu cuerpo
el inmenso beso.
~
Qué hermoso será el día en que nos unamos
tendrá sus jóvenes cantantes
sus palacios, sus pasillos, sus armarios de noche
porque la noche cuánto la amamos
y sus frutos de tristeza y sus profundos cojines de abismo.
~
Qué hermoso será el día en que nos unamos
una larga lluvia infinitamente te vestirá.
Oh esos rosarios púrpuras que tendré que apartar
antes de entreabrir tu vestido fosforescente y tal vez
tus largas piernas entre las cuales me asfixiarás.
~
Las gargantas cantan en la tarde
y se balancean en la tormenta
como naranjas
La noche
las ensangrienta de un escalofrío de púrpura rosada.
~
Qué hermosa será la noche que nos ocultará
(no digas que no lo has pensado)
tendrá los párpados bajos como los de
la pequeña recolectora de agua del templo
en ese país que el sol roza y parece
que se derrite suavemente bajo la cabellera granate.
~
Qué hermoso será el día en que muramos
la corriente no ha arrojado rubíes más hermosos
que el día en que extinguiremos
nuestros cuerpos sobre una inmensa piedra blanca
(y la ola golpeará la punta de nuestros pies).
~
Pero antes que ese día se abra de un bello sol
los pájaros golpearán tu frente
los pájaros de los sombreros las palomas salvajes las palomas mensajeras
los pájaros de hombro los pájaros de ecos
estallarán como un ramo de flores
en la arena del último día.
~
Pero antes que ese día se abra como un bello sol
muchachas van a querer sacudir su cabello para mí
por mí muchachas tomarán al alba el camino
el camino ligero del amor
y no me encontrarán jamás.
~
Tal fue para nuestra muerte el camino doloroso.