El n. 115 de Infosurr destaca por la extensa reseña que Dominique
Rabourdin le hace a los dos tomos de las Œuvres complètes de René Crevel (ed. du Sandre, 2014), ya
que se trata también de una fina valoración de esta figura tan importante en el
surrealismo. La realización de la difícil empresa, con presentación y anotación
de Maxime Morel, no merece sino elogios por parte de Rabourdin, quien de paso
arremete contra los tópicos habituales sobre Crevel y el surrealismo/Breton,
corrigiendo algunas metidas de pata como una del “especialista” Carassou en el Dictionnaire André Breton, y aludiendo a la cuestión de
las novelas de Crevel, que según esos tontos no estarían bien vistas por
Breton, cuando este proclamaba en 1925 que “Crevel es surrealista en la
novela”. Por cierto que, habiéndoseme pasado hace unos días una reciente novela
española ambientada en Portugal (por eso me la pasaron), la menor conclusión a
la que pude llegar es que ese tan cacareado género literario, si lo que leí (a
salto de mata) sirve de ejemplo, ya no es más que cáscara y cháchara.
Informa este número de la desaparición el
año pasado de Henriette de Champrel, la mujer de Claude Tarnaud, con quien hizo
The whiteclad
gambler y L’alphabet spationnel. En una ocasión recibí una
carta suya, a raíz de que yo publicara en la prensa tinerfeña varias páginas
dedicadas a Tarnaud, de lo que se enteró ella por una alusión de Édouard Jaguer
precisamente en Infosurr.
Richard Walter elogia los relatos breves de
Pierre Vandrepote que componen L’amour en moins, y que sin duda ofrecen un interés del que carece todo ese arsenal de aburridos,
pretenciosos e insignificantes novelones subrealistas (ya que ni siquiera
pueden compararse con las novelas de un Galdós o un Balzac) fabricados como si
fueran churros.