En 1951, un programa radiofónico francés intenta una recuperación cristiana de Jarry, saliendo al paso virulentamente Benjamin Péret, en la revista Arts; para Péret, Jarry es "un hombre cuya vida ha sido de una dignidad ejemplar, y que ha lanzado sobre el mundo una mirada como ninguna otra", y de sus manipuladores, que intentaron abrirle un proceso, dirá que han tenido "la suerte de que Jarry haya muerto, pues si no habrían conocido las balas de su revólver". Tres años después, publica Breton su tercer gran ensayo sobre Jarry como "iniciador e iluminador", luego incluido en La llave de los campos. Ambos documentos pueden consultarse en el número 65-66 de L'Étoile Absinthe, la revista de la asociación de los amigos de Jarry (¡y qué soberbia, como era de esperar, la respuesta de Maurice Blanchard a la encuesta peretiana!). Aunque en la reseña que hizo Dominique Rabourdin en el número 6 de Infosurr de este monográfico y del simultáneo doble disco compacto que contenía la emisión (y todo lo referente al asunto), consideraba "fastidiosa" la polémica y señalaba cómo André Breton prefirió no intervenir, su utilidad es notable, ya que en las obras completas de Péret solo se reproduce una parte de ella.
De 1953 es el breve poema de Édouard Jaguer De la familia de Ubú: "Dios de la espiral y emperador de lo raro / Gogarus, de vientre ambivalente / Se va, balanceándose como un pato gigante, / Después, con vuelo rápido, vuelve a los repliegues umbríos de su espíritu chato". (Y por cierto que acaba de publicarse un volumen con correspondencia de Jaguer a sus amigos italianos de Phases.)
El rey y la reina buscan a Marcel Duchamp, 1957 |
Las muchachas decapitadas de Maldoror, 1983 |