sábado, 1 de octubre de 2022

Ludovic Tac, Jean Thiercelin

Le Grand Tamanoir prosigue su labor editorial, y lanza ahora simultáneamente un libro de Ludovic Tac y otro de Jean Thiercelin. Ediciones sobrias, pero muy bonitas y cuidadas.

De la longe à l'éclat en passant par le corail es el título de Ludovic Tac, con material poético casi todo inédito e ilustraciones de Jacques Lacomblez, Suzel Ania, Jean-Claude Charbonel y Fabrice Sauge. Una de las secciones se dedica a la película Les voyageurs du temps des rêves armorigènes, en que culminaba la soberbia mitología armorigen de Charbonel.

Richard Walter traza una semblanza de Ludovic Tac, para quien fue crucial su encuentro con Édouard Jaguer, que lo llevó a incorporarse al movimiento de Phases. En la colección Phases, precisamente, publicó en 1991 Statue de sel, que llevaba una cubierta de Saúl Kaminer. Siguieron Entre deux âges en 2001, ilustrado por Charbonel, Le verger dans l'île en 2010, con dibujos de Lucques Trigaut, y L'ombre à l'horizon en 2017, con dibujos de Fabrice Sauge. De este último libro ya pudimos dar nosotros noticia.

Ilustración "armorigen" de J.-C. Charbonel,
en el libro de Ludovic Tac

Jean Thiercelin (1927-1999) formó parte un breve tiempo del grupo surrealista parisino (hacia 1960), para luego integrarse también en Phases. Es un poeta muy interesante y merecía hace tiempo una recopilación como esta, que ha estado a cargo de Jacques Lacomblez e incluye algunos poemas "reencontrados". Aldo Pellegrini incluyó dos poemas suyos en su antología de la poesía surrealista en lengua francesa (1961), donde lo clasifica entre los “poetas de lenguaje surrealista”. En 1967 publicaría Sept lettres pour mes amis, ilustrado por el citado Lacomblez, como Trois dires pour un pays, de 1976, al que se suman otros poemarios. 

Richard Walter nos ofrece al final del libro una útil bibliografía y el prólogo lo ha hecho Ludovic Tac, con lo cual, como se habrá observado, estos dos volúmenes que hoy destacamos acaban por formar un bloque poético compacto. Los dibujos son en este caso del Propio Thiercelin, inéditos y realizados hacia 1991.

Reproduzco este poema, dedicado al extraordinario Jean-Pierre Duprey: