Como en muchos
números anteriores, la revista libertaria portuguesa A Ideia (90-93)
dedica amplio espacio al surrealismo.
La parte del león se la llevan un nutrido homenaje a Cruzeiro Seixas y la revelación de un “agrupamiento surrealista” en Évora entre 1968 y 1974. Este descubrimiento es interesantísimo, acabando algunos componentes del grupo, por las circunstancias de la época, en Amsterdam, donde enlazaron con Laurens Vancrevel, Her de Vries y Rik Lina. El trabajo es una investigación magnífica y completamente novedosa. Desmerece de él la atrabiliaria visión que se da de la ciudad sureña portuguesa, reducida a sus taras históricas, pero tampoco es nada que sorprenda, dado que, salvo contadísimas excepciones, para los intelectuales el pueblo nunca ha existido sino como abstracción.
Abre el número un ensayo de su director, António Cândido Franco, sobre las revistas Flauta de luz, Salamandra y la propia A Ideia. Hay también dos cartas inéditas de Mário Cesariny (una a Simon Watson Taylor), la presentación de Eugenio Castro a una exposición de “arte de los locos” y material sobre Mário Henrique de Leiria.
Notas en la siempre rica parte final encontramos sobre el citado Leiria, la edición de los aforismos de Teixeira de Pascoaes por Cesariny, el libro de cartas de Cesariny a Sergio Lima, la antología Un cuchillo entre los dientes de António José Forte y Elocuencia de lo sepulto de Eugenio Castro.
La parte del león se la llevan un nutrido homenaje a Cruzeiro Seixas y la revelación de un “agrupamiento surrealista” en Évora entre 1968 y 1974. Este descubrimiento es interesantísimo, acabando algunos componentes del grupo, por las circunstancias de la época, en Amsterdam, donde enlazaron con Laurens Vancrevel, Her de Vries y Rik Lina. El trabajo es una investigación magnífica y completamente novedosa. Desmerece de él la atrabiliaria visión que se da de la ciudad sureña portuguesa, reducida a sus taras históricas, pero tampoco es nada que sorprenda, dado que, salvo contadísimas excepciones, para los intelectuales el pueblo nunca ha existido sino como abstracción.
Abre el número un ensayo de su director, António Cândido Franco, sobre las revistas Flauta de luz, Salamandra y la propia A Ideia. Hay también dos cartas inéditas de Mário Cesariny (una a Simon Watson Taylor), la presentación de Eugenio Castro a una exposición de “arte de los locos” y material sobre Mário Henrique de Leiria.
Notas en la siempre rica parte final encontramos sobre el citado Leiria, la edición de los aforismos de Teixeira de Pascoaes por Cesariny, el libro de cartas de Cesariny a Sergio Lima, la antología Un cuchillo entre los dientes de António José Forte y Elocuencia de lo sepulto de Eugenio Castro.
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“Lo que nunca podré ser es político, engrosar el cortejo de esa gentuza que usa y abusa del ser humano guiándolo hacia un futuro cada día más propicio a la humillación. Reptil eres y en reptil te convertirás: es la lógica que forma incansablemente nuestra vergonzosa degradación en cuanto individuos, en cuanto especie” (João César Monteiro, discurso ante un político que aspira a presidente del país, en su excelente película de 1995 A comédia de Deus).