Este flamante catálogo de la librería de las tres plumas contiene material
de mucho interés, no solo respecto a Jean-Pierre Le Goff (se trata de su
biblioteca) y a los banalistas, sino al surrealismo de las tres últimas décadas
del siglo pasado, con innumerables rarezas bibliográficas.
La presentación es confusa, hablando de “post-surrealismo”, y las notas no
carecen de gazapos, como cuando se dice de Jules Perahim que es “el gran
representante húngaro del surrealismo”, pero el material es de sumo interés,
con infinidad de nombres de aquellos tiempos y algunos de tiempos anteriores o
que felizmente siguen en el candelero: Pierre Peuchmaurd, Guy Cabanel,
Jean-Pierre Paraggio, Caburet, Morin, Pillet, Schoendorff, El Janabi, Nicole
Espagnol, Tom Gutt, Gilles Brenta, Alain Joubert, Robert Lagarde, Adrien Dax,
François Leperlier, Joyce Mansour, Jacques Abeille, Tony Pusey, Peter Wood, Ludwig
Zeller, François-René Simon, Jean-Yves Bériou, Claude-Lucien Cauët, Her de
Vries, Jean-Pierre Guillon, Georges Henein, Nelly Kaplan, Marianne van Hirtum y
hasta nuestra sublime Toyen en sus colaboraciones con Annie Le Brun, momento en
que Le Goff se acercó al surrealismo.