Pese a lo mucho que intentamos abarcar en este espacio de informaciones
surrealistas, muchas veces nos llegan las noticias con retraso, o hay
publicaciones que no obtenemos por su dificultad o por no parecernos de
especial relevancia. En el caso que hoy nos ocupa, un pequeño cuaderno que no
llega a las 50 páginas y que nos pasó desapercibido (solo nos hicimos eco en su
día de la exposición a la que acompañaba), resulta poseer una importancia
excepcional. Ofrecido generosamente por uno de los componentes del grupo
Derrame, aporta material de la máxima relevancia sobre la legendaria exposición
surrealista de Santiago de Chile en 1948, que fue la octava exposición
internacional del movimiento surrealista.
Esta publicación apareció a mitad del año 2013 y arroja plena luz sobre la
muy brumosa exposición de la Galería Dédalo, introduciéndose en algunos de los
recovecos más secretos del surrealismo chileno. Se perdonan incluso algunos
disparates del envolvente aparato crítico (Los
vasos comunicantes como libro de poemas escrito por Breton y Éluard), así
como las repeticiones a lo papagayo de las inenarrables sandeces feministas sobre
el surrealismo y de las abyecciones del canon antibretoniano.
La lista de las obras presentes en la exposición es la primera vez que yo
la veo, y hay muchas fotos, así como la reproducción de un revelador artículo
de prensa, aunque este haya sido tomado del sitio Breton. En el montaje de la
exposición hasta se anticipa la exposición E.r.o.s. que tendría lugar en París
diez años después. Se cita también ampliamente una carta capital de Jorge
Cáceres a Breton, donde entre otras cosas le da cuenta de las actividades de
Matta, entonces en plena euforia estalinista (nunca es que fueran a mejorar
mucho sus simpatías autoritarias) y llamando al partido comunista “el más
revolucionario de los partidos”.
Las piezas más interesantes de la exposición de 2013 proceden del fondo de
Braulio Arenas, hoy casi todo en el Museo Nacional de Bellas Artes. Y parte de
ellas habían sido expuestas en el 48. Hay piezas de Arenas, Cáceres, Arp,
Brauner, Leonora, Domínguez, Gorky, Hérold, Lam, Magritte, Novarina, Tanguy,
Toyen... De Hérold, un gran amigo de los chilenos, está El huevo de los filósofos, exhibido en 1948, y el dibujo que
ilustró la portada de El pensamiento
transmitido de Arenas. Pero quizás lo más sorprendente sean los dos dibujos
de Breton expuestos en Santiago, ya que no están incluidos en la recopilación
de Je vois, j’imagine; el primero de
ellos, titulado Llegada del hada en el
temblor de tierra, al parecer hecho con la mano izquierda, recuerda los que
en Je vois, j’imagine aparecen en las
páginas 86 y 87, dedicados en 1937 a Jacqueline (y conectados a su vez a los de
las páginas 177 y 181).
El catálogo lleva a cabo una reivindicación de una secreta figura chilena:
Haroldo Donoso, quien no perteneció al grupo pero estuvo a cierta cercanía del
surrealismo. El hecho más sobresaliente –muy sobresaliente– es que Haroldo
Donoso expuso en 1950 en Madrid (galería Clan) y 1951 en París (librería Paul
Morihien) una serie de pinturas, dibujos y collages ilustrando nada menos que L’union libre. Añadamos que en la propia
exposición de 1948 uno de los maniquíes llevaba inscritos en su cuerpo versos
de este poema. Y que en 1965 incluiría Ludwig Zeller estas bellas piezas de
Donoso dentro de una retrospectiva que le organizó.
No me extiendo en mis comentarios, ni acompaño esta nota de otras
ilustraciones que la cubierta, ya que, y aquí viene lo mejor, el catálogo está
íntegramente reproducido como pdf en la página del Museo chileno, y además a todo color y muy enriquecido con respecto a la publicación: