Llegamos ya al año 2016 de la funesta era cristiana, un año que esperamos, en consonancia con los viejos deseos del gran
Macedonio Fernández, traiga algunas cosas buenas como la desaparición del
Estado y de la Electricidad, que no sirven para nada, que son una materia
engorrosa, y un despilfarro.
Ya la bicoca sería que se abolieran de paso el Turismo, el Deporte, el Asfalto, el Comercio y la Religión.
Ya la bicoca sería que se abolieran de paso el Turismo, el Deporte, el Asfalto, el Comercio y la Religión.