Fabio de Sanctis, "Fantomas contra Bancomat", 1990 |
Todo lo concerniente a este viejo
amigo del surrealismo ofrece interés para nosotros. Loïc Artiaga y Matthieu
Letourneux acaban de publicar el libro de cerca de 200 páginas Fantômas! Biographie d’un criminel imaginaire que edita Les Prairies Ordinaires.
La saga fantomática es estudiada
desde sus orígenes hasta sus últimas derivaciones, pero sin duda el mayor
interés lo siguen ofreciendo los 32 volúmenes de la serie original de Marcel
Allain y Pierre Souvestre, que los autores contextualizan muy bien, desde sus
orígenes en la literatura gótica hasta el gran guiñol o las acciones de la
anarquista banda de Bonnot, viendo así la saga como un “texto polifónico”,
síntesis de los imaginarios y las escrituras populares.
Por lo que respecta al surrealismo
(Desnos, Tanguy, Moerman y Magritte, sin duda, pero también Victor Brauner, Jindrich Styrsky, Ángel Planells, Jimmy Gladiator, Fabio de Sanctis, Guy Girard, Ghérasim Luca, Aube Elléouët o Conroy Maddox, que le
dedicó tres piezas), hay que señalar que la lectura que hacen de Fantômas los
surrealistas en absoluto se basa “en criterios estéticos”, error que procede de
considerar al surrealismo una vanguardia. Es el carácter subversivo, ante todo,
de esta literatura que, en efecto, “funda su placer sobre el exceso”, lo que
resulta decisivo.
Actualmente, vuelven a editarse
los libros de Fantômas en Robert Laffont, dirigido el proyecto
precisamente por Loïc Artiaga y Matthieu Letourneux. Hace tres años, además,
salió un libro de mucho interés (¡aunque ignorando a Styrsky!): Fantômas. Un mythe moderne au croisement des arts. En cuanto a enlaces en la red, tenemos:
El primero es la página completa Fantômas,
donde se indican las traducciones y adaptaciones. El segundo es una exposición
virtual realizada por Loïc Artiaga y Farid Boumédiène. El tercero es The
Fantômas website, de Elliot Smith y Robin Waltz.
Durante los años de mi diáspora
portuguesa, debí leerme dos, tres y hasta cuatro veces cada uno de los tomos de
Fantômas, que desde 1952 se habían editado en lengua portuguesa con una
gran tirada, ya que aparecían un poco por todos lados, en analogía con la
ubicuidad del personaje. He aquí cuatro de las portadas de aquellos librillos: