miércoles, 21 de agosto de 2019

J. Karl Bogartte: “Spirits in the Albino Hotel”

Una nueva publicación de J. Karl Bogartte es siempre un acontecimiento, hasta tal punto se han hecho raras (desgraciadamente) las expresiones contemporáneas de ese romanticismo revolucionario de raíces góticas que ha sido uno de los mejores hontanares del surrealismo. Volveremos sobre este nuevo título –Spirits in the Albino Hotel. Throwing antlers–, en que se combinan poemas en prosa, fragmentos poéticos y aforismos, hoy limitándonos a señalar la aparición del libro y reproduciendo estas bellas palabras de Patrick Lepetit sobre este gran maestro del automatismo:
“«El exilio es un río lejano». Lo que más me sorprende de los textos de J. Karl, en los que la mente puede seguir una mecha encendida fuera de los niveles conscientes, es que, para mí, un francés, sin duda suenan rimbaldianos, a un Rimbaud justo al borde del silencio. Al igual que los Silenciosos, esas extrañas figuras que se ciernen en el fondo de sus fotomorfosis como si salieran de nuestros sueños más extraños y maravillosos, o que vagan cerca del lado tenue de la conciencia, J. Karl parece ser el que explora el lenguaje y las profundidades de un paisaje interior en que su Hotel Albino se parece mucho al Hotel del Universo de Arturo en Adén, mientras escucha por la noche la luz de las primeras estrellas, para pararse exactamente en ese punto donde lo real y lo imaginario dejan de ser percibidos como contradictorios –precisamente el punto donde sus imágenes sobresalientes y torrenciales de deseo siempre se están extendiendo. Y nuestra recompensa es una procesión de miradas peligrosas.
La poesía de J. Karl: un acertijo para el basalto obsesivo y la fluorita de las delicias significativas, una fábula brillante para la elaboración de brujas y similares...”
(“Exile is a distant river”. What strikes me most with J. Karl's texts, in which mind is allowed to follow a lit fuse outside of conscious levels, is that, to me, a Frenchman, they undoubtedly sound Rimbaldian - a Rimbaud right on the brink of silence. Together yet with Les Silencieux, those strange figures looming in the background of his photomorphoses as if out of our weirdest and most marvelous dreams or wandering near the tenuous side of consciousness, J. Karl seems, he who explores language and the depths of an inner landscape where his Hotel Albino looks very much like Arthur's Hotel de l'Univers in Aden while listening at night to the light of the very first stars, to stand exactly on that point where the real and the imaginary cease to be perceived as contradictory - precisely the point where his outstanding and torrential images of desire always overreaching are gushing forth. And your reward is a procession of dangerous glances.
J. Karl's poetry: a riddle for obsessive basalt and the fluorite of meaningful delights, a brilliant fable for crafting witches and the likes!)