martes, 7 de mayo de 2019

Un olvidado poema revolucionario de Emeterio Gutiérrez Albelo

Como es sabido, cuando André Breton estuvo en Tenerife, el mes de mayo de 1935, fue entrevistado por Domingo López Torres para su revista Índice. La entrevista no llegaría a aparecer allí, puesto que la revista no tuvo continuidad, pero Breton la incorporó al pequeño volumen Posición política del surrealismo.
De Índice solo se conocía el número primero, de marzo de 1935. Recientemente, ha podido detectarse la existencia de un segundo número, correspondiente a abril. En esta fecha, Breton ya se ha dado cuenta de lo que pasa en la URSS (y aun así, demasiado tarde), pero la fe en Stalin sigue incólume en trabajos como el dedicado por García Cabrera a los siniestros congresos de escritores que tenían lugar en Moscú, donde se cree a pie juntillas lo que decía la propaganda soviética, o, en este número 2, un retrato color rosa de los maravillosos progresos en la misma capital, con efigie de Stalin incluida. Afortunadamente, la posición de López Torres es abierta, con el mismo interés hacia el anarquismo o el socialismo revolucionario.
El centro Tenerife Espacio de las Artes prepara la edición facsímil de este segundo número, que ha aparecido en Barcelona. Ha sido muy importante el proceso de recuperación de documentación y archivos que se ha venido realizando desde el Departamento de Colección de este centro –dirigido por el poeta y buen conocedor del surrealismo Isidro Hernández–, apoyando la labor sobre vanguardias y la colección Domínguez. Se han ido adquiriendo así casi todos los libros ilustrados por Óscar Domínguez, un amplio conjunto de cartas, los boletines internacionales del surrealismo, etc.
La sorpresa de este número es la inclusión de un gran poema de Emeterio Gutiérrez Albelo que hubiera encajado bien en Enigma del invitado. En El Sol del 2 de diciembre de 1934, se dice que Emeterio prepara un libro titulado Delantera de paraíso, por lo que o este era el título que pensaba para Enigma del invitado o proyectaba otro libro con poemas sueltos, como los dos que aparecieron en el n. 29 de Gaceta de Arte o los que dejó inéditos: “Una mosca” y “El cielo que no se ve”. Desde abril del 33, Emeterio había publicado en revistas varios poemas de Enigma del invitado. Si Delantera de paraíso era el título que pensó para Enigma del invitado, resulta extraño que eliminara el poema del conjunto final, pero a la vez, como señalé antes, el poema se hubiera insertado muy bien en él. Además, al describirse el poema en Índice como “fragmento de un libro en preparación”, pensamos que más que de un poema autónomo se trata de un poema hilvanado a otros, como ocurre en Enigma del invitado.
“Delantera de paraíso” es puro Emeterio surrealista, con sus constantes del verso corto, la frase entrecortada, la cinefilia, la blasfemia o la comicidad (y cosmicidad) visionaria. El tema de la muerte de Dios es aquí tratado humorísticamente, que es lo que se merece. Y si la sangrienta parodia de la Última Cena contenida en Enigma del invitado anticipaba la de Buñuel, aquí el personaje justiciero del Ángel Exterminador trae al instante connotaciones buñuelescas. Una joya, y una vaharada de aire fresco, verdaderamente revolucionaria, en medio de las páginas de este número al que ni le falta un engendro del abyecto Alberti (y encima, frente a frente uno y otro poema, presentados como si fueran complementarios).