viernes, 19 de abril de 2019

El collage surrealista en 1978

Albert Marencin, imagen en color de la cubierta de
Le collage surréaliste en 1978

La reciente exposición del collage surrealista en 2018 remitía a la celebrada en la desaparecida Galería Le Triskèle de París cuarenta años antes, en 1978, y también en otoño. Hace unos días recibí el pequeño catálogo de aquella exposición, que reproduzco aquí en un pdf, dado el interés que tiene y la dificultad de su obtención.
La portada es de Albert Marencin, que acaba de morir, por lo que a la vez le rendimos un pequeño homenaje.
Hay ilustraciones de Karol Baron, Jean Benoît, André Bernard, John Digby, Aurélien Dauguet, Vratislav Effenberger, Robert Lebel, Jacques Hérold (quien se define “explorador de la muerte cristalina”), Georges Mimiague, Conroy Maddox, Paul Hammond, Micheline Bounoure, Mimi Parent, Jean-Pierre Guillon, André Mimiague, Aube Elléouët, Martin Stejskal, Jean Terrossian, Ludvik Svab, Jan Svankmajer, Michael Löwy, Nanos Valaoritis, Joisé Argemi... Y sin aparecer en el catálogo contribuyeron con collages Jacques Abeille, Gabriel Derkevorkian, Michel Zimbacca y John Welson y con montajes, dibujos y pinturas Alberto Gironella, Marianne van Hirtum, Joyce Mansour y Robert Lagarde. En fin, un formidable elenco.
Hay en el catálogo un par de presencias que añadir, para mí especialmente relevantes. Una es la del brasileño Pedro Azevedo, quien se acercó al grupo de París en los años 77-79 y luego siguió rumbos interesantes. La otra es la del grupo madrileño Autxphals a través de Matilde Vega y Ricardo Galnarés; ya habían publicado cuatro números de su revista homónima, que hasta ahora se me ha esquivado por completo. En el resurgir del surrealismo en España, Autxphals coincide con El Orfebre (dos números en 1977 y 1978) y antecede a Salamandra.
Hay brillantes textos, sobre todo los del propio Marencin, Vincent Bounoure, Effenberger, Conroy Maddox, Jacques Merceron, André Mimiague y Jan Svankmajer, este último disertando sobre el collage táctil.
Los únicos nombres comunes a la exposición del 78 y a la del 18 (exceptuado Jean-Pierre Guillon, que en la más reciente aparecía a título póstumo) son Michel Zimbacca y Michael Löwy.
Me envía este magnífico regalo André Mimiague, quien me escribe, a propósito de la imagen de M. M.: “Pero... ¿quién es esta misteriosa Madaleine M. con su Trousseau de poupée? Sencillamente Madeleine Peyrouset (mi mujer), con un maletín de viaje... o más bien su maletín de MIMAR (Museo Imaginario de Arte Rectificado) conteniendo una muñeca-monja vestida (o desvestida) al gusto de Clovis Trouille, pero con un guardarropa escapado de la imaginación de René Magritte. Tiene también –por ejemplo– un despertador loco con las horas desordenadas en homenaje a Jacques Vaché, etc.”
Pero André Mimiague habla con más detalle de la participación de los surrealistas de Burdeos, en las páginas de su magnífico, admirable libro Mémoires d’un parapluycha, que reproduzco al final del catálogo.

Albert Marencin, collage de
 Les retours à lìnconnu, 1979