miércoles, 8 de agosto de 2018

Surrealismo y romanticismo

Víctor Chab, Usher, 1963

Hasta el 30 setiembre tiene lugar en Belfort la exposición “Imaginación soberana”, que, aunque con un alcance limitado, se ocupa de las relaciones entre el surrealismo y el romanticismo:

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Aprovecho este motivo –y el relativo adormecimiento de noticias propio del estío– para incorporar aquí un ensayo aparecido hace una docena de años en el catálogo SurrealismoSiglo21, con motivo de un congreso celebrado en Tenerife y que contó con la presencia nada menos que de Jorge Camacho, Georges Sebbag, Sarane Alexandrian y Sergio Lima –el fallecimiento de Édouard Jaguer, a quien yo rendí homenaje con una conferencia,  no permitió lo que hubiera sido un repóker de ases.
Poco tiempo después, con motivo de los encuentros para el que debería haber sido un centro con el nombre de Óscar Domínguez y quedó al final en un cubil artístico como otro cualquiera, propuse como exposición posible una que se dedicara a las relaciones entre el surrealismo y el romanticismo. Juan Manuel Bonet, también presente, consideró no solo que debería ser la exposición inauguradora, sino que le asombraba el hecho de que nunca se hubiera llevado a cabo.
A veces he deseado rehacer el ensayo de SurrealismoSiglo21, pero siempre he abandonado el proyecto, ya que carezco del documento original y significaba más trabajo del que ya quiero hacer. Es ahora, con motivo de esta nota, cuando se me ha ocurrido componer un documento anexo en que me limito a registrar y ordenar un montón de datos que he ido acumulando (por desgracia, sin la constancia requerida), esperando que sea útil o curioso a las narices eruditas del surrealismo y de aquellos que, sin ser surrealistas, al menos tienen la probidad o inteligencia de ver el surrealismo como un fenómeno bien adentrado en el “siglo 21”.

Anne Éthuin, Víctor Hugo explicándole
las reglas del juego de Acapulco
a Sarah Bernhard 
 (1974)