sábado, 26 de mayo de 2018

Cravan: retorno a Barcelona

Sobre Arthur Cravan parece haber ya cierta inflación de publicaciones, por lo que no esperábamos mucho de este nuevo catálogo del Museo Picasso de Barcelona, motivado por la ya fenecida exposición “Arthur Cravan. Maintenant?” Sin embargo, contiene un par de trabajos muy valiosos y es de una riqueza iconográfica extraordinaria.
Lo presenta demasiado brevemente Emmanuel Guigon, quien ya le había dedicado a Cravan una exposición en 2005 en los Museos de Estrasburgo. En ese catálogo, más pequeño pero tan precioso como este (y sin las enojosas páginas de traducción al esperanto americano que este sí tiene), el plato fuerte era el magnífico ensayo de Georges Sebbag “Arthur Cravan, sobrino de Oscar Wilde”, que se ve ahora trasladado al español. La novedad es otro ensayo de Sebbag titulado “Cravan es surrealista en el desafío”, que raya a la misma altura y donde se comentan todas las referencias bretonianas al incomparable Cravan.
Si en el anterior catálogo ya se reproducían las obras de Archinard, su probable seudónimo artístico, ahora Jean-Paul Morel las introduce y estudia. El otro trabajo importante es el de Aitor Quiney, quien explora su faceta específicamente pugilística (y digo “específicamente” porque Cravan a fin de cuentas no hacía otra cosa que boxear), con destaque estelar para el mítico combate con Jack Johnson, en el que hizo el ridículo ante aquella muralla de caoba de quien diría que “después de Poe, Whitman y Emerson, es el más grande norteamericano que haya existido” -¡tras haber aclarado que era “unos cinco centímetros más bajo que yo”! La sucesión de fotos del combate es una maravilla, pero el resto del catálogo no tiene mucho interés. Hay un artículo sobre Jack Johnson que hubiera encajado mejor en una revista de boxeo, y otro, de puro compromiso y que no merece ni un minuto de atención, sobre Picasso boxeador (Cravan hubiera tumbado a ese retaco de un simple codazo). Al final, Erich Weiss trata de la desaparición de Cravan y hace desfilar a una serie de modernos artistas “escapistas”, pero ninguno de ellos le llega a Cravan ni a la suela de los zapatos.
El reportaje que acompaña esta nota nuestra es la primera vez que es reproducido, en la página 118 del catálogo.