lunes, 4 de marzo de 2013

A Phala, a punto



En unas pocas semanas, ya estará impreso el n. 2 de A Phala, “revista del movimiento surrealista”, dirigida por Sergio Lima, con un contenido de 400 páginas. En ella va incluido como apéndice un trabajo mío titulado “Almanaque surrealista del último lustro (2008-2012)”, que aquí presento. Como empiezo por aclarar, su contenido es inevitablemente incompleto, y ya he de anotar que solo hace unos días tuve conocimiento de la publicación de Will Alexander The Brimstone Boat: For Philip Lamantia, aparecida el año pasado, como tampoco llegué a tiempo de referirme al librito de los fotomontajes de Neil Coombs The Phantoms of Surrealism –fotomontajes que, junto a los “objects of sleep” de Patrick Hourihan, me parecen un verdadero acontecimiento en el surrealismo más reciente–, ni al n. 5 (The Surrealist Cookbook) de la revista Patricide, ambas ediciones, sin embargo, ya reseñadas en “Surrealismo internacional”.
Almanaque surrealista del último lustro (2008-2012)
El buque surrealista prosigue su travesía ya pronto casi centenaria. Durante los cinco años de espera de este almanaque de A Phala, no han sido pocos los signos emitidos, a veces simultáneos, desde los más variados puntos geográficos. De ellos vamos a dar cuenta fulgurante, aunque necesariamente incompleta, incluyendo también algunas acciones aledañas, o que, pese a su carácter historicista, interesan sobremanera al surrealismo.
Las revistas siguen siendo el medio de expresión colectivo por excelencia del surrealismo. El grado de la veteranía va aquí para la holandesa Brumes Blondes, que cumplió su cuarta serie entre 2008 y 2010, como siempre con 8 números y como siempre con abundancia de colaboraciones muy rigurosas. Le sigue en antigüedad Analogon, del grupo checo y eslovaco, ya por su n. 67 (si Brumes Blondes comenzó en 1964, Analogon lo hizo en 1969). Los grupos de Madrid y Leeds, por su parte, publicaron, respectivamente, el n. 19-20 (2010-2011) de Salamandra y el n. 3 (2011) de Phosphor (“a surrealist luminiscence”), ambos muy ricos de contenido. El grupo chileno dedica en noviembre de 2012 un número especial de Derrame a Artur do Cruzeiro Seixas. El griego, de formación más reciente, ha sacado, en 2012, el n. 5 de Klidonas, incluyendo los resultados de unas colaboraciones con los muy activos grupos de Estocolmo y de Londres, que por cierto tienen una fuerte expresión en la red. El londinense (slag) constituye ahora mismo el polo de actividad más firme del surrealismo, junto a los checos y eslovacos y al poderoso emporio portugués, que reúne, junto al Cabo Mondego, no solo a una serie de figuras fijas, sino a notables visitantes como, en este mismo año, el australiano Michael Vandelaar o el canadiense Gregg Simpson. Miguel de Carvalho, junto a Rik Lina y otros amigos, dieron a conocer en 2011 el primer número de Debout sur l’oeuf, lujosísima caja llena de documentos y propuestas fascinantes.
En Montreal sigue saliendo, con los más variados escritos e imágenes del surrealismo de todos los tiempos, La Tortue-Lièvre, mientras que en São Paulo ha aparecido en 2012 la décima “hoja de baobab” de Quimera que passa, expresión del grupo surrealista de São Paulo, completando el panorama el n. 4 (2011) de Styxus, del grupo surrealista checo Stir Up, el segundo (2012) de Loup-Garou, magazín de La Belle Inutile, y el noveno de The Oystercatcher (2012), animada por Ron Sakolsky, quien además ha reunido en 2012 sus escritos en el explosivo libro Scratching the Tiger’s Belly. Junto a estas revistas estrictamente surrealistas, no dejaremos de anotar los dos lujosos números de L’Or aux 13 Îles (2010-2011), dirigida por Jean-Christophe Belotti, ya que su contenido es del máximo interés para el surrealismo. Ni el de despedida (2011) de Supérieur Inconnu, dedicado íntegramente a Sarane Alexandrian.
La fórmula del “almanaque” empieza a imponerse, como tal pudiendo considerarse el primer número de Hydrolith (“surrealits research & investigations”), aparecido en 2010 y que anuncia para 2013 un segundo volumen; a lo largo de 240 páginas, incluye numerosísimas colaboraciones de surrealistas del mundo entero, tratándose de una publicación capital. Algunos de los nombres que participan en Hydrolith ya lo hacen en The Somnambulist Footprints. A Collection of Surrealist Tales (2008), edición e introducción de Eric Bragg, quien, siempre en sus ediciones de Oyster Moon Press, ha editado su novela y texto automático The Midnight Blade of Sonic Honey, con portada e ilustraciones de Ribitch, y la colección de ensayos, en colaboración con el grupo de Madrid, The exteriority crisis: from the city limits and beyond, ambos de 2008; la versión española de esta última apareció recientemente, en Madrid.
En cuanto a exposiciones, el carácter más abiertamente internacional marca las de “O reverso do olhar”, en Coimbra (2008), “El umbral secreto”, en Santiago de Chile (2009-2010), y “Surrealism in 2012: Toward the World of the Fifth Sun”, en Pensilvania. Útiles catálogos llevan las dos primeras, y excepcional por completo es el de la exposición retrospectiva (1990-2011) del grupo checo y eslovaco, titulado Other Air (2011), que basta como refutación, si hiciera falta, a los que insisten en considerar el surrealismo como un fenómeno del pasado. Por cierto que la última película de Jan Svankmajer, Sobrevivir a la vida (teoría y práctica), es de 2010, lo que, en terreno fílmico, nos lleva a anotar asimismo el bello libro de Sergio Lima O cinema dos surrealistas. O olhar selvagem (2008), originado en un ciclo cinematográfico dedicado en São Paulo al cine y el surrealismo, así como tres ediciones en dvd: de L’invention du cinéma de Zimbacca, Bédouin y Péret, con otros materiales de mucho interés; de L’imitation du cinéma de Marcel Mariën; y de Mr. Fantômas de Ernst Moerman, La perle de Henri d’Ursel y Pour vos beaux yeux de Henri Storck, bajo el título, que permite albergar algunas infamias, Avant-garde 1927-1937. Las dos últimas son ediciones belgas, presentadas por Xavier Canonne.
En 2008 apareció el cuarto tomo de las obras completas de André Breton, bajo el engañoso nombre de Écrits sur l’art et autres textes, porque realmente se trata de toda su obra última, en la que el apartado artístico solo es una parte. Her de Vries, en 2010, ha editado perfectamente las cartas y los dibujos de Nadja, en sendos libros necesarios para el amante del “viejo cubierto de estaño anterior a la invención del tenedor”. Y en cuanto a monografías sobre una figura mayor del surrealismo, aunque abundantes, se lleva la palma la dedicada en 2011 a nuestro amado Anthony Earnshaw: Anthony Earnshaw. The Imp of Surrealism. Otra figura en destaque ha sido Yves Elléouët, con un amplio catálogo de las ediciones Coop Breizh en 2009. Por su parte, un encantador amigo del surrealismo, William Copley, ha recibido en 2012 el catálogo que merecía, editado por el museo Frieder Burda.
Ensayo lúcido y profundo es Potence avec paratonnerre. Surréalisme et philosophie (2012), de Georges Sebbag, quien ya anuncia una continuación más allá de las primeras décadas y a quien también se debe el bellísimo volumen Memorabilia. Dada & Surréalisme (2010), fino y sugestivo estudio de una serie de artísticas “constelaciones desapercibidas”. En el terreno ensayístico, anoto también el muy serio trabajo Le surréalisme. Parcours souterrain (2012), de Patrick Lepetit, y la última recopilación de la siempre incisiva Annie Le Brun, Ailleurs et autrement (2011). En cuanto a los panoramas artísticos, Arturo Schwarz, con Dada e Surrealismo riscoperti (catálogo de 2009), ya de por sí enorme, anuncia en Skira una monumental obra sobre el surrealismo desde sus orígenes hasta el presente, y de Alexandrian se publicó en 2009 el diccionario Les peintres surréalistes. En Brasil, Sergio Lima dio a la luz en 2010 la primera parte del tomo segundo de A aventura surrealista, que lidia con los eventos anteriores a 1921.
El capítulo de antologías dio en estos cinco últimos años tres libros irreprochables, que en ningún caso marcan límites temporales: Black, Brown and Beige. Surrealist writings from Africa and the diaspora (2009), editado por Franklin Rosemont y Robin D.G. Kelley, Surrealism in Greece (2008), editado por Nikos Stabakis, y Au treizième coup de minuit. Anthologie du surréalisme en Angleterre (2008), editado por Michel Remy. Sí acotan un período La main à plume... Anthologie du surréalisme sous l’Occupation, de Anne Vernay y Richard Walter (2008), e Insoumission poétique. Tracts, affiches et déclarations du groupe de Paris du mouvement surréaliste. 1970-2010 (2011), de Guy Girard, este segundo, claro está, no una antología, sino la continuación de los dos tomos de Jose Pierre Tracts surréalistes et déclarations colectives, que iban de 1922 a1969. Por último, Laurens Vancrevel, y quién mejor para hacerlo, ha publicado en 2012 la antología de la poesía surrealista neerlandesa (Nieuwe anthologie van de Nederlands e surrealistische poëzie), a la vez que una amplia selección de sus propios artículos, cuyo título traducido sería La atracción magnética de 1713, como en 2009 la de sus poemas de 1960 a 2008 (Het onzichtbare leven); los tres libros, en las ediciones de Brumes Blondes, muy activas en estos últimos años.
Párrafo aparte merecen los dos extraordinarios tomos titulados Invisible Heads. Surrealists in North America. An Untold Story (2011), donde Thom Burns y Allan Graubard pasan revista apasionante a un colectivo que ha desarrollado su actividad, muy fértil, en cinco ciudades estadounidenses a lo largo de las últimas cuatro décadas. Mutilada quedaría la historia del surrealismo en ese país si se redujera a la del grupo de Chicago, por lo que esta obra llena un vacío con gran riqueza iconográfica y textual, incluyendo las experiencias de Thom Burns y Jean-Jacques Jack Dauben con los indios hopis, de quienes todo surrealista es un amigo absoluto.
En 2009, Jan Schlechter Duval, poco después desaparecido, publicó The Aventures of Desirée, colección de hermosos dibujos dedicados a Unica Zürn con una introducción de Laurens Vancrevel, un texto del propio Schlechter Duval sobre su arte del automatismo, un artículo de Richard Waara y un poema de Jhim Pattison. En el mismo año, Debout sur l’Oeuf edita, dentro de una caja de habanos Romeo y Julieta, los ocho cuadernos automáticos, manuscritos, de Sergio Lima Cantos à mulher nocturna, de 1957, con los collages originales. A su compatriota Zuca Sardan dedicó la revista La Página en 2008 su número 73, con numerosos textos y dibujos. En el mismo año, Penelope Rosemont publica el bello libro evocativo Dreams & Everyday Life. André Breton, Surrealism, Rebel Worker & the Seven Cities of Cibola, y Raúl Henao La doble estrella. El surrealismo en Iberoamérica. Notas y entrevistas poéticas, lleno de breves textos muy importantes. Uno de ellos se ocupa de Fernando Palenzuela, como el propio Henao uno de los grandes poetas de América y que en 2012 ha publicado Esfera inacabada. De otro de los grandes nombres del surrealismo americano, Ludwig Zeller, han aparecido en 2012 Encuentros oníricos y Femme en songe suivi de Quand l’animal des profondeurs surgit la tête éclate, ilustrado por Susana Wald, de quien a su vez apareció en 2011 Les ultrameubles de la passion.
El collage, que hasta da nombre al actual grupo brasileño Decollage, sigue siendo una de las formas expresivas claves del surrealismo. Queremos destacar aquí, aparte los cultivadores checos y eslovacos, bien representados en Other Air, a un incansable investigador y descubridor de nuevas técnicas, Richard Misiano-Genovese, pero en este mismo número de A Phala tenemos a Alejandro Puga, a Lou Dubois –cercano al surrealismo–, a Alex Januário –quien en 2009 publicó en las ediciones Loplop Sete anos, seguido de una “memoria descriptiva” por Marcus Salgado– y a Miguel de Carvalho. Las publicaciones de este último son incesantes: por ejemplo, en 2008 ilustró con collages Hippocampus de Allan Graubard y en 2011 expuso en Praga los de Jardines nocturnos –fuera del collage, es un trabajo insólito de poesía visual el realizado junto a Rik Lina Palavras-tinta. Ink-words, 2009. Insólitos también, un verdadero acontecimiento, son los “fantasmas del surrealismo”, fotomontajes de Neil Coombs, el fundador de la revista Patricide, dados a conocer a fines de septiembre de 2012 en el castillo de Bodelwyddan, y que esperamos marquen presencia en el próximo número de A Phala. Otra aportación sumamente original nos parecen las cajas del narrador y ensayista Mattias Forshage, figura decisiva del surrealismo actual, que las expuso en 2012.
Ningún surrealista podrá quedar indiferente a los collages de Aube Elléouët, no por tratarse de quien se trata, sino por ser una pura delicia, con tres preciosos catálogos ya en la galería 1900-2000, el último de ellos, Le jeu de l’aube à tire-d’aile, mostrando su exposición de 2012.
El citado Misiano-Genovese ha publicado en este período dos libros eróticos fotográficos de relieve, ambos en las ediciones de La Belle Inutile: Black Studio, en 2010, y Secrets in Red and Green, a fines de 2012, con un largo texto poético-teórico de Sergio Lima sobre la imagen, que Laurens Vancrevel traslada al inglés.
En el terreno pictórico, hemos de señalar otros dos “acontecimientos”. El primero es la invención de las “creaciones fusionales” de Ody Saban y Thomas Mordant, surgidas en 1990. Ella misma habla de estas creaciones en el n. 2 de S.u.rr..., relatando cómo comenzaron a dibujar conjuntamente colocándose lado a lado, de pie, en un estado fusional y, por supuesto, sin ninguna preocupación estética. Las decenas de dibujos resultantes las firmaron Mordysabbath, unidad poética que distingue estos dibujos realizados en perfecta fusión de otros de creación también común, pero en los que no se produce dicha fusión. En los dibujos de Mordysabbath “no reconocemos nuestras inspiraciones habituales, ni siquiera superpuestas, sino una inspiración en lo esencial completamente nueva”. Y añade: “Lo que realiza un estado de fusión elevada es sobre todo el deseo inconsciente y consciente de alcanzar ese estado. Sin embargo, ciertas reglas semi-espontáneas nos parecen favorecer ese proceso: obrar siempre en los mismos momentos con la misma obra; metamorfosear sistemáticamente lo que podemos distinguir como la contribución del otro; durante el acto, no formular ningún proyecto, ninguna crítica”. Mordysabbath es “un ser surrealista”, ajeno, pues, a la división tradicional de los seres, no restringiéndose su actividad al dibujo, sino también al relato. Ody Sabbath, que formó parte del grupo surrealista parisino entre 2000 y 2007 y continúa considerándose surrealista, desarrolla por otra parte una obra plástica espléndida y sumamente distintiva.
El otro de estos acontecimientos son los dibujos automáticos de Patrick Hourihan, miembro del citado Surrealist London Action Group (slag), quien a fines de 2012 ha publicado Objects of Sleep, colección de pinturas de enorme fuerza imaginativa –una verdadera revelación.
Jean-Claude Charbonel y John Welson, dos nombres bien conocidos del surrealismo, indagan estos últimos años en “la mirada celta”, titulándose su exposición de 2011 en Aberystwyth “Surrealism: The Celtic Eye”. De Charbonel apareció en 2009 una edición enriquecida del dvd dirigido por Ludvic Tac Les voyageurs du temps des rêves armorigènes. Cercano a Jean-Claude Charbonel, Jacques Lacomblez, otro nombre clásico, prosigue de modo imperturbable una obra esencial, la portada del pequeño catálogo que mostramos perteneciendo a una exposición de 2009. Otros “veteranos” que siguen live and well son Jorge Kleiman, quien a fines de 2012 presentaba en Buenos Aires su exposición “Intar?”, y Allan Glass, a quien la colección “Phares” ha dedicado uno de sus más interesantes dvds, con un libreto en que aparecen obras recientes. En cuanto al huracán Rik Lina, presente con fuerza en A Phala, se publicó en 2009 el muy buen catálogo de Oporto A bigorna e o anjo.
Sin que nos sea posible la exhaustividad, nombraremos por último a tres nombres que han estado o están asociados al grupo parisino: Jean-Pierre Paraggio, Joël Gayraud y Guy Girard. El primero es un artista de muy original inventiva, que además continúa con sus ediciones del umbo y el boletín L’Impromptu, en los que menudean hallazgos a los que no puede ser indiferente el surrealismo, como por ejemplo las cartas del tarot de Elena Almau, quien realiza en la acartonada España, donde vive en medio de los páramos castellanos de los Montes Torozos, unas piezas llenas de frescura imaginativa. De Joël Gayraud, apareció en 2010 el poema Clairière du rêve, precisamente acompañado, en portada e interior, de las muy características imágenes de Paraggio, y precisamente en la “Collection de l’umbo”, y en 2012 las narraciones de derivas Passage public. Guy Girard, por un lado, ejecuta placenteras pinturas no menos personales e intransferibles que las de Paraggio, dando muestra parisina de ellas en 2010 (“Un air de printemps”) y 2011 (“Napoléon et quelques autres...”), y por otro se ha autoeditado en 2012 Trois poèmes coréens, Tarzan est un autre (otro homenaje del surrealismo como movimiento al surrealismo involuntario popular) y una auténtica joya: el Abrégé d’histoire universelle vu en rêve, breve pieza maestra de narración onírica, que nos lleva en este terreno a anotar también el excelente ensayo de Julio Monteverde, miembro del grupo Salamandra, De la materia del sueño (2012).
La expresión surrealista en la red es ahora mismo muy rica, siendo la mejor lista de enlaces, rigurosa y exhaustiva, la elaborada por el grupo de Estocolmo:
Toda esta cosecha lustral, reunida, y sin duda que se nos escapan cosas, resulta cuanto menos sorprendente, y supone a la vez, para la opacidad del mundo, un no rotundo y una alternativa poética.