lunes, 11 de junio de 2012

Suzel Ania o la noche de todos los prodigios


Con este poema de Gilles Petitclerc y este collage que se expone estos días en la librería Antinoë de Brest, queremos iniciar nuestro saludo a Suzel Ania, maravillosa creadora de collages en la más pura línea de fuego del surrealismo.
Nacida en 1946 en Angers, Suzel Ania se incorpora al movimiento Phases en 1980, participando en todas sus manifestaciones, e incluso organizando algunos de sus eventos. Puede afirmarse que se trata de una de las figuras de Phases más cercanas al surrealismo, y para nosotros de las más sugestivas entre todas las que Edouard Jaguer “atrajo” a la órbita de este movimiento. Por lo demás, esa cercanía va más allá de lo estrictamente artístico o poético, ya que en 2003 la veíamos firmar “Le grimoire sans la formule” y en 2006 refrendar “À la niche les glapisseurs de dieu!”.
Sobre ella ha dicho el pintor poeta Jacques Lacomblez:
“«La cola no hace el collage». Aquí, un notable sentido pictórico participa en el extrañamiento, sentido pictórico que hace brotar una gracia que se ha vuelto cada vez más rara. Armonía otra, es de esto de lo que se trata en la obra de Suzel Ania; menos el desvío que un gran estilo al servicio de lo maravilloso”.
En el catálogo de Phases L’expérience continue. 1952-1988, Edouard Jaguer acompañaba la página dedicada a Suzel Ania con estas palabras de Anne-Marie Castelain:
“Exprimant l’obscurité charnelle masquée aux conventions du quotidien, les collages de Suzel Ania sont autant de mise en scène baroques, de mises en demeures secrètes où le désir affleure et se corrode sous les maquillages dévergondés qui entrouvent le corps et le laissent gémir de silence. Parfois le caucheamar affleure, transpercé d’ongles et d’écailles dont le contact percute la chair et l’atmosphère d’un long frisson qui se brise tel un miroir. Parfois encore, dans l’ombre assourdie du malaise où plane une incontournable violence, des rumeurs de faits divers détournent le regard, involontaire témoin d’une intimité qui se dérobe et se joue des illusions”.
Anne-Marie Castelain, sin duda, tiene la suerte de conocer mejor que yo el mundo imaginativo de los collages de Suzel Ania, aunque a mí una decena de ellos me ha bastado para fascinarme. Por ser de los pocos que puedo reproducir a todo color, he aquí “La gravitación apasionada”, de 1994, con algunos motivos característicos, presentes en otros de sus collages: las esferas, la bella danza espacial, ejemplares de su rica y bella fauna, las rocas parecidas a aerolitos...